Templo de San Antonio

La última vez que visité el viejo Barrio de San Antonio la verdad es que si pasé un poco de miedo, hay mucho jóven en las calles y te hacen sentir poca confianza cuando caminas por ahí.
Es una pena porque el Templo de San Antonio es uno de mis favoritos en la Ciudad, el barrio fue designado en 1555 para que ahí se construyeran casas de indígenas y bueno, no ha sido muy favorecido por la historia, al grado de que en el siglo XIX fue considerada la primera «zona de tolerancia» de la ciudad. Hoy ya no funciona como tal, pero conserva su fama de ser un sitio dificil,
El templo se terminó de construir en 1601 y fue consagrado primero a Santa Bárbara, se construyó para la órden de los Franciscanos. Es un templo muy sencillo por dentro y por fuera, la fachada es una simétrica combinación de ladrillos y azulejos con imágenes de San Antonio de Padua y San Francisco.
El atrio es enorme y es un sitio muy acogedor, la arquitectura de alrededor acentúà la belleza del entorno. No sé si el Sagrario, que está en una capilla contigua, cercana al altar sea de ese mismo tiempo (1600) pero es una belleza y el templo cuando está solo regala una paz indescriptibles,
Es un lugar en donde suceden muchas cosas «folclóricas» como por ejemplo, el dia de San Antonio se dice que algunas personas llevan a sus animales a que los bendigan.
También se dice que en este convento está una celda en donde vivió el primer Santo Mexicano, San Felipe de Jesús.
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