Autoservicio Ramírez

Siempre que pasaba por la carretera veía esta tienda de abarrotes, esta súper ubicada porque está sobre la carretera costera, hace esquina con una de las calles que sube hacia el centro, se encuentra casi enfrente del HSBC.
Platicando con un cliente, necesitábamos a alguien conocido para que firmara unos papeles, me dijo: «le pido el favor a mi primo, el del Autoservicio Ramírez», de inmediato pensé que era un lugar donde arreglaban coches o algo por el estilo, menos una tienda de abarrotes. Cuando me explicó donde estaba le dije: la tienda de doña Ney, claro!!!
En efecto es una tienda muy grande donde puedes encontrar de todo, abarrotes, frutas, las verduras básicas, hasta cocos que parten ahí mismo para tomar. Si observas, en una esquina de la tienda doña Ney tiene un montón de colchas, almohadas, toallas y cobijas que vende por catálogo.
Son personas súper trabajadoras, por eso me caen muy bien.

La neta es que ese título de «tienda de conveniencia» no lo había entendido nunca, hasta que me encontré con Auto Servicio Ramírez. Esto sucedió un día hiper soleado y caluroso, en el que me disponía a hacer varios encargos en el centro. Sin embargo, ante el sol inclemente no me quedo mucho por hacer más que detenerme en el primer puesto que vendieran frutas. Así me encontré el lugar, en el que me di cuenta que también vendían muchas verduras, arroz, pasta, bebidas, dulces, productos de limpieza, en fin, todo lo que un mini super debe tener.
Además de su ubicación estratégica (es un punto medio entre el centro y la carretera) lo que más me gusto de ahí es su amplia selección de frutas del lugar: tienen carambola, maracuyá, coco, mango, papaya y hasta cacao. Todo lo que ofrecen es orgánico y viene de los huertos de la familia del señor Francisco, el dueño del lugar. Pude ver que no sólo soy yo la que agradece una tienda tan convenientemente ubicada y abastecida, mucha gente va al autoservicio, sobre todo para satisfacer sus antojos tropicales.