Café n’duva

Siempre he tenido la impresión de que en Oaxaca es muy difícil encontrar sábanas de buena calidad a buen precio. Por lo mismo, Puerto es el último lugar en el que me esperaba encontrar justamente eso: sábanas de ALGODÓN de buena calidad y precio. Sí, lo que leyeron, todas esas bendiciones vienen envueltas en ALGODÓN, y las pueden encontrar en Blancos para hotelería y residencias.
Se preguntarán, ¿qué es lo que yo hacía ahì? Pues iba de paso, cuando escuché «La cosa más bella» de Eros Ramazotti, y quise saber quién la estaba escuchando. La dueña del lugar entonces me invitó a pasar y me dijo que tenía descuentos y, ¿adivinen qué? Terminé comprándome dos fundas para almohadas y una sábana de 180 hilos por 200 pesos… sigo sin poder creerlo.
También venden colchas, toallas y sábanas de diferentes hilos y en dos colores: blanco y arena. Ya se que ya lo dije, pero lo diré otra vez, las cosas son de ALGODÓN y eso me hace muy muy feliz.

Cuando hay que pagar el agua, los primeros días del mes, es inevitable no ver el Café n’ duva, el olor te lleva hasta donde se encuentra el expendio, el cual te transporta a un lugar cercano a la sierra, seguro donde el clima es propicio para el cultivo del café. Éste lo traen de Pluma, Hidalgo, una región cercana a la costa oaxaqueña.
Un lugar pequeño, que imita una cabaña en las montañas; en el mostrador puedes ver los diferentes granos de café listos para moler, sobre todo, si tu intensión es comprar para disfrutarlo en casa u obsequiarlo a alguien que quiera probar un rico café orgánico.
También puedes tomar ahí un café americano, expresso o capuchino; el aroma y sabor del café americano está en su punto. Pienso que el éxito del café es que no utilizan una máquina sofisticada para hacerlo, sino que lo preparan en una pequeña cafetera casera, por tanto, constantemente están haciendo así que tomas café recién hecho y no recalentado.
El servicio es muy bueno.