Como desde hace muchos años, «vestir a los niños Dios» es una costumbre que engalana a prácticamente todos los mercados del DF, sólo que hoy me referiré al de la Col. Sta. Maríà la Ribera, puesto que sigue al pie de la letra esta tradición desde hace ya 25 años, según me contaba la propietaria del lugar. Asimismo, cuando me explicaba(eso sí, me exhortó a que –por aquello de la seguridad– no la fotografiara ni publicara su nombre) denotaba un entusiasmo –ya casi perdido entre los locatarios de estos establecimientos comerciales tan populares y socorridos– y alegría por esta labor, que, aseguró, «si Diosito me presta vida, seguiré dedicándome a ello por lo menos otros 35 o más años», y no lo dudo, porque a pesar de verse de edad algo avanzada(calculo unos 60 y algo) su postura erguida y entusiasmo por y en su trabajo, seguramente le ayudarán a lograr su objetivo. El local de esta señora se ubica dentro del Mercado La Dalia, pero por el lado de la calle Sabino, es fácil de distinguir, ya que todo el año tiene niños Dios, sea o no febrero.