Llegué aquí por casualidad un día que pasé con mucha hambre, no soy muy fanático de los tacos de barbacoa pero me di cuenta que estos tacos son de muy buena calidad; tiempo después alguien me comentó que en San Agustín había unos tacos de barbacoa muy buenos y sonreí al enterarme que se trataban de los mismos que a mí me habían gustado. La verdad es que al pasar por el negocio uno no piensa en llegar, no se antoja pues la mayoría de veces está solo; pero cuando uno se sienta, nota que la gente llega con sus ollas y pide que se las llenen con tantos kilos de barbacoa. Ahora cada que estoy por la zona llego a desayunar aquí.