Los Graffittis de Cholula

Siempre he creído que una ciudad con espacio para el graffiti es una ciudad inteligente. Una vez más, me enamoré de Cholula: Tienen un espacio bien llamado Los Graffitis de Cholula. Me queda claro que muchos street arts me podrán decir que justo la esencia del mismo es no tener un lugar específico donde exponer, si no el adueñarse de los espacios públicos azarosamente; sin embargo, me parece que es muy buena idea la existencia de estos sitios para llegarle a un público al que quizás en algún momento le rayaron su casa, su negocio, y se niega a ver las maravillas que pueden hacer un joven y una lata de pintura juntos. Es un buen modo de concientizar a la población y abrir sus mentes hacía el arte callejero.

Oh my gosh! ¡Saner en las paredes de Cholula! Es que ni los poblanos se resistieron a tener uno, y digo que no se resistieron porque no hay ciudad en la que haya escuchada tantas quejas sobre graffittis como en esta. Que es una falta de respeto, un falta a la moral, que es vandalismo, que es un «arte» hecho popr niños sin padres católicos que no los educaron, bla bla bla. Tan quieren acabar con el graffitti que ya, al igual que los gays o cualquier minoría indeseada, le dieron su zona.
Ni para el amor ni para el arte deberían existir zonas: regla básica y esencial del grafiti. ¿Me gusta ver a Saner? por supuesto, pero me gusta encontrarlo, me gusta que cambie mi cotidianidad haciéndola, para mi gusto, mejor. Pero no me gusta ir a visitarlo como si fuera un cuadro de Rivera o Dolores Olmedo en un museo. Ni a él ni a cualquier otro grafitero.

Casi nadie sabe que lo que Cholula guarda en sus muros. Lleva tiempo pasando, uno a uno, en silencio, sin inauguraciones ni grandilocuencia. Un día aparece una lagartija gigante en un muro abandonado. Otro día un hombre con sombrero empuja una guitarra sobre ruedas. Y los que pasamos sonreímos, agradecidos, cómplices. Así se ha formado la historia del arte callejero en Cholula,. En sus fachadas deslavadas han quedado las marcas de grandes graffiteros, que son también las marcas de todos los que habitamos este espacio. Puede ser que haya más de 150 murales. Es un secreto que todos sabemos, como sabemos algunos nombres que están atrás de esta explosión psicodélica en las calles, pero que preferimos así, como un secreto guardado en las entrañas del pueblo.

Me gusta mucho el street art así que cuando ví este lugar en Unilocal me decidí ir en busca de «Los graffitis de Cholula».
La verdad es que el mapa no estaba bien ubicado y tuvimos que dar varias vueltas. No soy de Cholula, entonces no cuento con una bicicleta para andar paseando por sus alrededores. Pensamos que probablemente los vecinos del rumbo sabrían donde estaban estas paredes, así que empezamos a preguntar a la gente que veíamos alrededor. La realidad (sad story) es que mucha gente no sabe ni cual es la calle donde vive.
Después de varias vueltas dimos con lo que está aquí en la página y la verdad es que sí llaman la atención y están increíbles lo único malo es que según yo el más padre el de la cara de la niña, estaba justo enfrente de un grupo de hombres que bebían en la calle y no se veían nada amistosos. No se me hizo tan grandiosa idea acercarme y fotografiar pues ellos y camionetas estacionadas tapan gran parte de la pared.
Te recomiendo ir de día y acompañada si eres mujer, por lo que puedes encontrar, además de que las calles están algo solas y no hay mucha gente alrededor. Si puedes conseguir una bicicleta sería lo ideal para recorrer y explorar, pues hay otros graffitis que encuentras en calles aledañas.

Mientras más conozco Cholula, más me sorprende y me doy cuenta que verdaderamente es un pueblo mágico.
Hace unos meses acompañé a mi papá a una salida con un club de fotógrafos de donde es miembro, la salida fue a estos graffittis, fue una salida muy placentera y altamente cultural ya que nuestro guía fue uno de los artistas urbanos del lugar conocido entre los rumbos como «estrellita» éste personaje altamente simpático se dedica a hacer que los chavos que están metidos en vicios se dediquen a el arte urbano para alejarse de ellos, definitivamente una gran obra.
Los graffittis más que eso, son obras de arte, de verdad son maravillosos, tienen que conocerlos.

Cuando iba a la uni, que bellos recuerdos, ésta organizaba recorridos en bici que consistían transitar por las calles principales y por la calle de los graffitis. Nunca tuve la oportunidad de ir, por las condiciones físicas en las que me encontraba, pero bueno, esa es otra historia. Mis amigas y amigos que asistían hablan muy bien del recorrido y sobre todo de los graffitis.
No me quedé con la duda, y un día sin ir a bici junto con una amiga, nos lanzamos a verlos. Como no quedaba muy lejos de donde nosotras vivíamos fuimos a pie. No hay mucho que ver por las calles para llegar a aquella, pero si puedes sentir tranquilidad.
Al llegar ahí, la verdad es que no entendí mucho sobre el arte abstracto y/​o graffiti. Pero ahora que ya trabajo, y sobretodo porque estoy involucrada en un proyecto de prevención social de una municipio de Tlaxcala, es que ahora entiendo el significado y la razón de los graffitis. Digo, no es cualquier graffiti que todo niño quinceañero hace cuando está enamorado. Sino que, se trata de cultura y significado implícito.
Tal vez no sean lo mejores graffitis del mundo, pero si una de las zonas recorridas por los habitantes de Cholula y foráneos.

Sin duda Cholula tiene un aire estudiantil y juvenil que se respira por todos lados; y los diversos graffittis que puedes ver por sus calles refuerzan ese espíritu que en pocos lugares experimentan.
Lo que aquí se plasma tiene que ver con ideales, con sueños, con protesta; me gusta por que estos murales logran adaptarse a las calles de este lugar y hasta dan la impresión de que ahí siempre han estado.
De verdad quedarás impactado por la calidad de estos trabajos, que si bien, algunos se quedan en intentos; la mayoría aporta vida a las calles de esta zona.
Esta bueno el recorrido para tomar fotos, caminar un rato o venir en bici; nada se pierde.

Debo decir que esta calle tiene especial encanto. Cuando paso por aquí es imposible no voltear a ver los colores, las formas, estructuras y texturas dibujadas en las paredes de estos inmuebles.
Más allá de poner cualquier etiqueta a este tipo de manifestaciones urbanas, te puedo decir que le dan un aspecto visual a la zona que la hace agradable a la vista de los caminantes.
Creo que este lugar ya se ha vuelto uno de los más conocidos en el pueblo de Cholula, sobre todo es punto de referencia para quien vive por la zona. Una de las cosas que más llama la atención son los constantes cambios de estos trabajos, conforme pasa el año aparecen algunos nuevos.
Pareciera como una cosa bastante común e insignificante, pero vale la pena observar lo que ocurre en los diversos rincones del entorno en el que habitas.

Una lata de pan y un bolillo en un pedestal. Esto o algo parecido vemos en los museos de arte contemporáneo alrededor del mundo. Algunas veces tienen cosas realmente impresionantes pero mi experiencia es la contraria.
Ante estos absurdos y piezas aburridas el arte urbano y el grafitti se han convertido en una especie de salvación de la cultura visual en la modernidad. Eso e internet han permitido la difusión de estos trabajos y ampliar el concepto de lo que significa ser artista en este tiempo.
Esta calle y las piezas de arte urbano en él son un buen ejemplo de revitalización emprendida a través de la imagen. Es un gran trabajo de piezas separadas que, en su conjunto, generan todo un entorno visualmente vibrante y alternativo. Si bien no todos los grafittis son de la mejor calidad y se apela a una onda mexicanistoide, la mayoría son trabajo bueno de vatos que conozco y sigo.
Si pasas por aquí es un buen momento para perderte en este museo a puertas abiertas en Cholula.

Para mí, uno de los atractivos más interesantes de Cholula son sus graffitis. Al rededor de la calle 13 Poniente, hacia la avenida Miguel Alemán, se encuentran aproximadamente 10 graffitis pintados por diferentes artistas nacionales e internacionales, y aunque las calles en esa área de San Andrés no son nada atractivas, realmente vale la pena darse una vuelta para ver los graffitis. Además siempre es un misterio porque, como es la naturaleza del arte callejero, constantemente están cambiando, e incluso los deterioros del tiempo les dan carácter muchas veces. De pronto aparece uno nuevo, borran uno viejo, y así, como si estuvieran vivos estos muros, van transformándose.
Este es un buen paseo en bici sobre todo, puedes ir recorriendo las calles y parando cuando encuentras uno que te gusta, verlo de cerca, tomarle fotos, etc.
Realmente recomiendo este recorrido un día soleado, en bicicleta.