Iglesia de San Jerónimo

Hace unos cuatro años, mi marido me comentó que había un lugar muy bonito que estaba promocionando la primera Dama y que valdríà la pena visitarlo, entonces fuimos a conocerlo, era uno de los templos más hermosos que he visto en Oaxaca, aparte de Santo Domingo de Guzmán. Es el Templo de San Jerónimo Tlacochahuaya. De entrada tiene un árbol enorme en su Atrio donde puedes sentarte a tomar un descanso, refrescarte o simplemente a admirar el Templo desde afuera.
Es un templo que también hicieron los Dominicos, cuando lo visité en ese entonces, que era la primera vez, estaba todavía en proceso de remodelación y me sorprendió por su belleza. Imagínense ahora que está recién terminada la remodelación, me sorprendió muchísimo la decoración, me imaginé cuánto tiempo se tardarían en pintar todo eso. El gran trabajo de esos grandes pintores, no es muy grande el Templo, pero es impresionante la decoración. Además hay un órgano de la época que todavía funciona, porque una chica estaba ensayando y tocó una pieza, se escuchaba impresionante. Es un lugar que tienes que visitar para admirar el gran trabajo artístico de los indígenas oaxaqueños.

Recién restaurado por un magnífico proyecto dirigido por la Fundación Alfredo Harp Helú, donde se restauró prácticamente todo el convento y hasta su órgano histórico, el cual no puedes dejar de apreciar.
Sin duda la nave principal y su sinfín de detalles pintados a mano son el atractivo principal de este increíble templo dominico. El retablo principal es toda una joya arquitectónica, con un dorado impresionante que vale la pena apreciar a detalle.
En ocasiones el instituto de órganos de Oaxaca organiza conciertos, esta es una gran oportunidad para conocer este templo y ver el potencial de esté bello órgano histórico.

«No todo lo que brilla es oro», dice sabiamente el dicho. Y es verdad, prueba de ello es la iglesia de San Jerónimo Tlacochahuaya.
Este palacio dominico es una especie de hermano exótico de Santo Domingo (iglesia también dominica). Digo exótico porque a pesar de no tener todo el oro que hay en San Domingo, también brilla.
¿Por qué? pues porque al entrar al templo encontrarán en los muros una explosión de pinturas EXCELSA. Por dentro la iglesia está cubierta por dibujos que imitan hojas y flores, todas de intenso color cochinilla (sí, la cochinilla también se usaba como pintura).
Estas obras de arte tienen autores, y fueron los pobladores originarios de Tlacochahuaya, que, para variar, también tienen el gen artístico oaxaqueño.
En la parte del coro se encontrarán otra sorpresa, el broche de oro diría yo: un órgano antiquísimo, el cual es uno de los tesoros más bellos que se pueden encontrar en el estado.
La iglesia es devota a San Jerónimo, santo de los traductores y famoso por su frugalidad y sencillez. Cuando supe esto comprendí todo: en Tlacochahuaya evitaron decorar con oro a manera de congruencia con el Santo.
Aunque a todas luces las pinturas resultan más sencillas que la hoja de oro, lo repito, siento que el efecto es espectacular; incluso me atrevería a decir que es aún más exquisito que el mismo Santo Domingo.

La parroquia de San Jerónimo Tlacochahuaya posee, sin duda, las más elaboradas pinturas murales de toda la arquitectura colonial. A manera de tapiz, todos los altísimos muros de la iglesía muestran coloridos motivos florales, un espectáculo pocas veces visto. Su sobria arquitectura del siglo XVI-​XVII retoma el patrón dominico que tienen otras construcción en la zona de la Mixteca y los Valles Centrales. Y ahora puede conocerse en todo su esplendor, gracias a una restauración reciente.
La iglesia tiene torres bajas, complemento perfecto para la solidez petrea de la fachada. Su coro también es una belleza, e incluye un órgano barroco que todavía funciona en periódicos festivales de música. El atrio también es de sobria belleza, de esas que te inspiran a la meditación.
Este templo es un pretexto perfecto para conocer este pueblito pintoresco, muy cercano de Oaxaca y de otras comunidades con atractivos lindos, también.

Visitar el Templo de San Jerónimo es un gran festín para la vista, por lo que para hacerlo, tienes que tomar un trasporte para trasladarte ahí ya que se encuentra a cerca de 20 kilómetros del Centro de Oaxaca. Pero es un recorrido que, prometo, valdrá la pena.
Si no lo conoces, no te pierdas la oportunidad de ver sus altares con iconografía que recuerdan la anunciación, así como la imagen del propio San Jerónimo y ese enorme retablo encima del altar que realmente es imponente y lleno de misticismo.
Realmente es un espacio que apenas tuve la oportunidad de conocer y ahora que lo hice sinceramente quedé boquiabierta, su fachada es inquietante, pero realmente lo que no puedes dejar de admirar es su interior, pues su decoración policroma no deja de sorprenderte, como la enorme bóveda de pinturas de ángeles, arcángeles y apóstoles rodeados de flores que nos miraban sin piedad a los que estábamos dentro de la iglesia.

Esta es la iglesia más bella y llamativa que he visto en toda mi vida, no soy experta ni muy fan de la arquitectura pero soy buena el el diseño y la fotografía por lo que sé que esta iglesia tiene mucho potencial y desde el momento que entras te enamoras por completo.
Desde afuera parece ser una iglesia común pero debes, haz todo lo posible por entrar, si encuentras cerrado pregunta a alguien que pase por ahí, ignoro si sea oro lo que cumbre todo el interior pero es muy bella, son de esas iglesias en las cuales te encantaría casarte y tener una sesión fotográfica si es que los encargados del templo lo permiten ya que no te dejan usar flash.
Junto esta el exconvento de San Jerónimo Tlacochahuaya (espero haberlo escrito bien pues se me dificulta un poco, y ahí no he tenido la oportunidad de entrar pero si la iglesia es bella me imagino que el exconvento lo ha de ser también.
Para terminar les comento que se encuentra cerca de los 25 km de Oaxaca de Juárez y que en el altar esta la virgen del rosario, María, el niño y el Arcángel Gabriel y que las pinturas fueron realizadas por un indígena de la región.

Seas o no amante de la arquitectura, seguro este hermoso templo te encantará, pues su interior es toda una experiencia visual. Esta bella edificación se encuentra en San Jerónimo Tlacochahuaya, a sólo 20 minutos de la capital, y su construcción comenzó por allá de 1558, aunque el coro alto, la decoración interior y la fachada se agregaron tiempo después de que fue terminada.
Aunque esta es una construcción realizada para la orden dominica es muy distinta del resto de las edificaciones de dicha orden, esta diferencia se debe a que el fray encargado de esta obra era austero y quiso que la iglesia y su respectivo convento fueran más sencillos.
Otra característica que la distingue del resto de los templos dominicos es que sus paredes y techos interiores están decorados con hermosas pinturas realizadas por manos indígenas y con pigmentos naturales como la grana cochinilla, abundante en esta región del estado. Además, este templo cuenta con un bellísimo órgano construido en 1725, aproximadamente, el cual es utilizado durante las misas y para dar conciertos.
Con la intención de seguir conservando la decoración interior, el templo tiene un horario específico de visitas, durante la mañana y la tarde, si vienes a la hora de la comida es muy probable que lo encuentres cerrado. Si lo visitas no pierdas la oportunidad de subir al coro alto, desde ahí se tiene una magnífica vista del interior del recinto y es ahí donde se localiza el órgano.