Mira este carrito de elotes, limpio y ordenado. Como éste hay muchos por todo el territorio mexicano, y al igual que los demás también vende los tradicionales elotes preparados como ya los conocemos y los esquites. De novedoso quizá no tenga nada, pero nunca me hubiera imaginado que este tipo de negocios ambulantes son ampliamente atractivos y contratados por los organizadores de eventos, para las bodas y eventos privados que pretenden continuar su fiesta hasta altas horas del amanecer. ¿Cómo? Si estás pensando que ésta es la cena, de ninguna manera. La señora Rosario, que atiende este carrito, me comentaba que generalmente la contratan una vez por semana para que lleve una cantidad determinada de elotes, frituras y botanas para los invitados. La contratan para que pueda entrar al evento alrededor de las dos de la mañana, después de que ya cenaron los invitados y que la fiesta ha avanzado. Ciertamente, después de la cena, las copas y el baile, en la madrugada, la gente tiene hambre nuevamente y es cuando entra en acción la Sra. Rosario.