Escondido Place

San Miguel no es uno de mis lugares favoritos, ya que lo han agringado mucho, ya venden cosas en dólares y, no mantienen el espíritu mexicano lleno de tradiciones y costumbres, pero bueno, visitamos escondido ya que es un gran lugar donde la convivencia con la naturaleza es muy cercana.
Y no entiendo realmente porque van niños que te están gritando en el oído, bebés que empiezan a llorar y su llanto es muy agudo, y después de las 4 de la tarde el agua se torna un color amarillento, ok no es cierto, exagero un poco, debo reconocer que la atmósfera que quieren transmitir es algo muy rico y especial, cuentan con áreas verdes y senderos llenos de flores como alcatraces, bugambilias, flores de loto y creo margaritas, entre muchas más. Mi hermana tiene un trabajo lo suficiente estresante para ponerse de malas, y cuando salió del spa, pensé que la habían drogado, porque parecía estar flotando sobre una nube blanca, hasta mi sobrina se espantó, no tanto, pero si le echábamos carrilla, que se pasara el churro de mota ¿o no? Mínimo para estar en la misma onda.
Si quieres alejarte de la civilización, smog y demás, sin duda este es el lugar perfecto de (8 a 11 y entre semana) encontrarás la paz interior, te conectarás con tu alma, tu ser y encontrarás el equilibrio de tus emociones.

A mi esposa le encanta nadar y decidí llevarla acá. Muy buena elección. Es un balneario, como su nombre lo dice, escondido, entre la carretera de San Miguel a Dolores Hidalgo. Sí está privadito. Nos tocó muy buena suerte, porque estaba solo. Y si a eso le sumamos que fuimos muy temprano (yo odio el sol), pues tuvimos el espacio prácticamente para nosotros. La entrada te va a costar arriba de 100 pesos. ¿Cuál es la particularidad de Escondido? Tienen unas pequeñas habitaciones termales, lo cual va a fascinar a los amantes del agua calientita. Algunas albercas están rodeadas de muros así que, si te da un poco de pena la lonja, no vas a andar tan al aire libre. Hay regaderas y baños limpios, casi como nuevos. Cuando terminas de nadar, puedes ir a caminar por los jardines. Hay un pequeño lago con tortugas, rodeado de árboles. Tienen lugar para comer pero, honestamente, yo siempre cargo con lonche, así que no podría recomendarlo. Elijan las albercas que están más ‘arriba’, que es de donde sale el agua para el resto (lo sé, eww).

En San Miguel hay muchos balnearios de aguas termales que valen muchísimo la pena. En realidad todo depende del gusto personal pues todos son una garantía.
El Escondido está también, como la gran mayoría de ellos, sobre la carretera a Dolores Hidalgo. Cuenta con varias albercas y también con unos lagos artificiales hermosos, jardín acuático de flores de Loto, Nenúferas y varios espacios abiertos muy verdes en donde se antoja, y se puede, hacer picnic.
La entrada está en 120 pesos (un poco más caro que el resto) y es recomendable, como en todos los balnearios, llegar, de preferencia, muy temprano (está abierto desde las 8 am) y entre semana.
Como dije, en realidad dependerá de cada quién por cual de los muchos balnearios se decide. Este no es de mis preferidos, pero sé reconocer que todo en él es correcto, simplemente no le encuentro la magia y personalidad que en La Gruta o en Mayan Baths sí encuentro.

Es un gran lugar para ir a pasar el día, pero yo te recomiendo que vayas temprano y, si tienes chance, entre semana, pues así te evitas el tumulto de gente y puedes estar mas a tus anchas y sin niños gritando (lo se, lo se, soy un grinch a ese respecto).
Tienen un jardín donde además hay algunos asadores para que puedas armar una carne asada, pero también tienen restaurante por si no estás en un plan tan dinámico e incluso una tiendita para el monchis. Hay baños, vestidores, regaderas y también puedes rentar un casillero para guardar tus cosas y no estarlas cargando o cuidando todo el tiempo.
La entrada cuesta 100 pesos y tienen algunas albercas de aguas termales al aire libre y otras techadas, que son las que a mi me encantaron (porque fui en un día un poco frio). Son tres pequeñas albercas en las que a mi me llegaba el agua al hombro, con agua suuuper calientita, aunque eso sí el ambiente se sentía un poco encerrado; el truco es ir a la tercer alberca, que es donde casi no va nadie pues no se ve muy bien, es la que tiene el techo más alto, más espacio y, por lo tanto, mi favorita.