Fábrica La Aurora

Una antigua fábrica de textiles se convierte en este conglomerado de galerías, tiendas de antiguedades/​joyerías/​ropa/​etc, talleres y pequeños restoranes.
Como todo en San Miguel, está a 10 mins caminando de la plaza central… sólo que en mi condición chilanga caminar bajo el sol sin IMECAS está ru-​dísimo y la sufro muy jevi con el sol.
Si vas en coche cuentan con una área grande para estacionarte.
Ya dentro podrás perder fácil hora y media o más visitando cada lugar y platicando con los dueños de ahí y porqué no, metiéndote a un taller de vitrales o hasta eligiendo alguno de los lugares que hay ahí para comer.
Los precios no son amables, pero quien dijo que San Miguel lo era?

Esta es una antigua fábrica de textiles. Hoy la fábrica, alberga galerías de arte con­temporáneo, tiendas de muebles de diseño y decoración, así como de antigüedades, joyerías, mantelería y blancos, restauran­tes y todos son producto de artistas de la regional. y lo que
Me atrevo a decir que es uno de los pases que se convierte en «must» dentro de San Miguel.
Los precios realmente altos pero creo que en Rsta ciudad todo, desde el hospedaje y hasta la comida los précisó son altos así que porque no lo iba a ser el arte/​diseño.
Recomiendo el pasein por acá, sin duda.

Era una fábrica textil. Es un lugar muy lindo para ver arte. Se pueden apreciar artesanías y sin gastar mucho puede adquirirse un obsequio como detalle. Efectivamente, es una galería pintoresca. Los colores y formas le dan vida al lugar. Si visitan San Miguel de Allende, hay que visitar. A veces es difícil encontrar lugar en el estacionamiento.

Para los amantes del arte y su adquisición, cuando visiten la ciudad de San Miguel Allende no olviden visitar este lugar.
Antaño, este sitio fue una prestigiosa fábrica de textiles que proveía de riqueza a la ciudad, ahora sólo conserva su nombre ya que se convirtió en un complejo de galerías de arte.
Aquí uno podrá pasear a través de sus múltiples salones delimitados por pasillos laberínticos que desembocan en las galerías privadas cuyos dueños, en su mayoría son artistas americanos. No obstante, para entretenerse este lugar podría hacer su labor de diversión ya que en su interior cuenta con dos deliciosas y muy cómodas cafeterías, se recomienda aquella que está en el patio interior de la fábrica.
No obstante, si uno dese adquirir alguna pieza original de arte, deberá tener un bolsillo bastante solvente, ya que los precios de las obras ameritan en su belleza y complejidad. Incluso, existen en su interior tiendas de antigüedades, en la cuales se venden genuinos artículos que pertenecieron a las haciendas de la ciudad que varían desde espejos, exvotos, arcones y entre muchos artículos más de impresionante belleza. De igual manera, si se tiene suerte, uno podría asistir a las ventas nocturnas que ahí se realizan donde los artistas, dueños de sus galerías conversan con sus compradores para poder crear un diálogo.
De cualquier manera, es un buen lugar para visitar, pues también puede fungir como museo ya que en su decorado interior, se conservaron diversas piezas de maquinaria cuando antes, todavía era la fábrica de textiles.

Visité la Fábrica La Aurora porque me dijeron que allí había tiendas y galerías. Efectivamente, es una antigua fábrica textil que ha sido acondicionada como Centro de Arte y Diseño, donde se encuentran restaurantes, tiendas y galerías diversas, que en su conjunto suman 60 locales aproximadamente, muy espaciosos todos. El vigilante y la mayoría de las personas que atienden en los locales son amables; en algunos de estos locales están los propietarios con quienes puedes platicar.
El edificio está muy bien preservado. Me agradó ver que en algunos lugares de la fábrica aún se conservan ciertas partes de las máquinas que en su momento fueron utilizados para la fabricación de los textiles. A la entrada del edificio hay un mapa de ubicación para que decidas como hacer tu propio recorrido, pues tienes completa libertad para desplazarte por todo su interior. Es importante que si acudes con niños pequeños tengas mucho cuidado con ellos, hay piezas valuadas en altos costos.

Sí de arte contemporáneo, decoración y artesanías se trata, la galería y centro comercial de la Fábrica la Aurora se pinta solita.
Me encanta porque puedes ir con fines de compras, en busca de detalles que le den el toque especial a tu recámara o a tu hogar, y ya sea una pintura, un portarretratos, o una silla, todo aquí tiene un toque muy original.
La historia de la fábrica es muy interesante, funcionando como eso, como una fábrica de telas en la época revolucionaria, y siendo una de las más importantes en el estado. Mucho de la fábrica se encuentra intacto por lo que puedes ir y ver las enormes instalaciones y maquinaria que aún están de pie.
La galería se compone de varios módulos de varias empresas dedicadas a la decoración. Se encuentra a unos 10 minutos del centro de San Miguel pero si te da hambre o ganas de tomar un café tiene su propia cafetería. Y lo mejor es que también cuenta con estacionamiento.

Diego, es de modas, y como lo de hoy es el arte, según él, el arte también tiene momentos, me pidió que lo acompañara a la Fábrica Aurora a comprar pinturas para su nuevo depa. A mi, que me encanta estar del tingo al tango, fui.
¡Qué lugar tan increíble! Hace mucho no me sentía mal de andar de pobretón y no poder comprar algo que me gusta. Aparte aquí, eso de los meses sin intereses no aplica. Quien compra, compra al contado y por lo regular al cash, ya ven que ahora con hacienda…¡hay que hacer magia!
Si te gusta saber de arte y ver que es lo último que se mueve y cómo se mueve, si en pintura escultura o cómo sea, ven a Fábrica Aurora. Es como si recorrieras un gran museo, con la ventaja, para los chismosos como yo, que puedes conocer el precio de cada pieza.

La fabrica dejó de funcionar como tal hace ya varios años (inició en 1902 y cerró en 1991), pero lograron convertir ese maravilloso espacio en algo digno y perfecto para el pueblo: un centro de arte y diseño.
Las calles del pueblo están colmadas de joyerías y galerías, pero pocas en realidad valen la pena. Dentro de La Aurora todo tiene una gran calidad e impecable gusto.
No importa si no tienes contemplado adquirir alguna obra de arte; es un deber caminar sus pasillos y entrar a admirar todas las tiendas. Hay una sección en dónde se presentan fotografías e incluso una de las maquinas originales que funcionaban en su tiempo. Pasa por el cafecito que encontrarás ahí dentro, pide un cappuccino y recorre detenidamente el lugar.
Dentro, también encontrarás talleres de diversas técnicas: pintura encáustica, tejido en bastidor, acuarela, dibujo, escultura, joyería, técnicas mixtas e incluso yoga.
El restaurante que se encuentra en el inmueble, Food Factory, es muy recomendable, el pollo al jengibre es delicioso. La decoración es súper bonita, sobre todo la del patio.

San Miguel es conocida por ser una ciudad con una vida cultural bastante activa y prueba de ello son las numerosas galerías que puedes encontrar por las calles de la ciudad. Pero existe un lugar un poco alejado del centro que es una visita obligada para todo amante del arte: la Fábrica La Aurora.
Mejor conocida solamente como La Aurora, fue una fábrica de textiles que se adaptó para dar cabida a numerosas galerías de arte, estudios, y tiendas de decoración y diseño. Cuando la visites, te recomiendo que consideres una mañana o tarde entera, por que el tiempo pasa volando cuando hay tantas cosas para apreciar. El primer viernes de cada mes hay un «art walk» en el que las galerías abren sus puertas hasta las ocho de la noche, ofreciendo vino y otras bebidas a sus visitantes.
También encontrarás por aquí muchos talleres: pintura, grabado, tejido, escultura, técnicas mixtas… casi para todos los gustos. Si se te pasó el tiempo y tu estómago grita ¡COMIDA!, no te preocupes, que hay dos restaurantes y dos cafeterías para aplacar el hambre.