Estuve el fin de semana aquí, no conocía Taxco y me lleve una sorpresa. Es un lugar lindisímo. En cuanto al hotel solo encuentro un defectos, el agua del lavamanos y de la regadera se filtraba por las orillas, por lo que el piso del baño se mojaba fácilmente, nada que un poco de silicón frío no solucione. De ahí en fuera todo estuvo perfecto, los espacios son muy agradables, el restaurante tiene una gran vista, así como los balcones. La comida era buena, tenían agua de temporada y mermelada casera. El personal siempre se mostró muy amable. Muy cerca de la iglesia de Santa prisca y tmb del tianguis de plata(solo día sábado).