Albercas 20 de Noviembre

lo visite tres veces en el verano pasado y me gusto mucho, el lugar es accesible, muy limpio y barato asi que en cuanto vuelva el calor regresare a darme una refrescada.
Desde mi punto de vista la natación es perfecta para practicarlo después del trabajo y quitarte el estrés que uno pueda tener, y sobre todo para darte una sana refrescada en tiempos de insoportable calor, que aquí en Tijuana es casi todo el año, o si eres practicante de este sano deporte aquí puedes tener tus sesiones sin mucha distracción las veces que fui no había mucha gente así que me resulto muy relajante has mis nados sin niños estorbándome.
Aquí tienes una opción poco conocida para nadar, relajarte divertirte y pasar un rato fortaleciendo tu cuerpo 100% recomendado en especial por la higiene que se mantiene en este lugar que es de lo mas indispensable sobre todo al practicar este deporte.

Yo sé que a las albercas se va con sandalias, pero en estas albercas estuve a punto de colgar los tenis.
El último día de clases de la secundaria decidimos ir a festejar varios de mis compañeros y yo a estas albercas, ya que era un día caluroso y pensamos que era algo bastante divertido.
Un grupo de al menos 15 amigos nos disponíamos a bañarnos un rato en estas albercas. Mientras todos aún se ponían los shorts o el bloqueador, yo ya los estaba empujando a la alberca y así lo hice con todos, hasta quedar yo solo fuera.
Al ver que ya todos dentro se divertían, me dispuse a echarme un clavado para introducirme a la misma y poder jugar con mis compañeros, pero había olvidado un pequeño, un muy pequeño detalle, ¡olvide, que no sabía nadar!
Me introduje en una alberca de 10 pies de hondo cuando no sabía nadar, pedía auxilio a mis compañeros pero pensaron que solo estaba jugando y para mi pésima suerte el salvavidas acababa de salir del lugar, por lo que desesperado por ver que nadie me ayudaba y solo se ver como se reían de mí, poco a poco fui perdiendo fuerzas en las piernas hasta llegar un momento en el que deje de patalear y toque fondo.
Ya estando en el fondo de la alberca y como en las caricaturas ver pasar toda mi vida en 1 minuto, hubo algo que me dijo que no era mi momento y por obra del espíritu santo reaccione cuando ya estaba inconsciente y pude salir nuevamente a la superficie. Ya un poco asustada una compañera me logró empujar hacia la orilla, donde por fin pude recuperarme después de haber tomado litros y litros de agua.
Aún recuerdo ese momento como si hubiese sido ayer, la verdad fue algo que me dejo marcado, pero a pesar de esto he regresado en un par de ocasiones a este mismo lugar, con la intención de confrontar mi miedo.
Este lugar es muy pequeño, cuenta con tan solo dos albercas, cero toboganes, cero resbaladillas y aunque algo a su favor es que están muy limpias creo que he tenido experiencias mejores hablando objetivamente y no solo por lo que me había sucedido.

Unas buenas albercas para tirar el estrés y poner en práctica las clases de natación, son aquí en la av. 20 nov., están amplias y sobre todo bien limpias aparte hay suficientes espacio para nadar a gusto sin chocar con otro. Si es que en dado caso se llena pone el cupo limitado así también mantiene un margen. Y como no falta el que se tira y no sabe nadar o también al que avientan para empezar el chapoteadero, hay salvavidas no te preocupes por ese lado. Ya que me toco que aventaran a uno sin saber nada y sus amigos a risa y risa, ya que el guardia se dio cuenta que el de adentro no estaba jugando fue y lo saco. Pero en fin el horario perfecto es por las tardes después de las 3:00 pm esa hora es la muerta así que tienes la alberca para ti solo.