¿Les ha tocado escuchar que alguien de sus conocidos, o conocidos de sus conocidos, murió a consecuencia de una negligencia médica? Nunca falta una de esas historias trágicas, no me dejarán mentir. Recuerdo que estaba escribiendo un reportaje precisamente sobre eso y sobre el punto de vista de los médicos que decían que es difícil hacerles entender a sus pacientes o familiares, que es imposible retener la vida a alguien cuando ya ha llegado su momento de partir no obstante tengan todos los conocimientos en la materia, pues no eran Dios. Este era su argumento cuándo se hablaba de presuntas negligencias médicas. Incluso, también recuerdo hablaban en ese entonces, sobre los errores involuntarios que mientras a los periodistas nos evidencian ante miles de personas, a ellos, los expertos de la salud los llevan a «entierrarlos». Fue entoncens que conocí a un organismo intermedio. Uno que no se cargara para lado alguno. Me dirigí pues a esta comisión de arbitraje médico, tratando de encontrar respuestas y ser lo más objetiva posibles, y encontrar ese punto medio que es muy difícil encontrar en estos casos. Esta comisión de arbitraje médico del estado de Baja California, se encarga pues de ser intermediarios entre los médicos o cualquiera prestador de servicios de salud públicos o privados, y los pacientes o familiares de estos, cuando hay una denuncia de por medio. Verifican que se hayan seguido los procedimientos de higiene y salubridad adecuados y dan seguimiento a las acusaciones emitidas por la parte acusadora. Reciben sus denuncias. Sobre actos u omisiones derivadas de la prestación del servicio, casos de negligencia o impericia con repercusiones en la vida del paciente, así como la negación en la prestación de un servicio ya sea urgencias, medicina familiar o alguna especialidad. ¿Mi única pregunta sobre la labor de esta comisión sería: ¿Qué de concreto hace esta Comisión para ayudar de fondo a una víctima de negligencia?¿Qué logran?