Centro Madre Assunta en colaboración con la Casa del Migrante ofrece atención y hospedaje a mujeres y niños migrantes. La casa es muy bonita y cómoda, cuenta con habitaciones, baños, cocina, centro de lavado y patio. En este albergue también hay atención psicológica para las personas afectadas. La cocina es grande y la comida que preparan las misioneras es muy rica, la casa es atendida por monjas Scalabrinianas. Es reconocida por la gran labor altruista de ayudar a quienes intentan cruzar la frontera con destino a Estados Unidos o quienes han sido deportados. Ofrecen ropa, dormitorio y alimentación a las huéspedes, también pueden comunicarse con sus familiares. Se sostiene de ayuda que ofrece la comunidad tijuanense y algunas donaciones que hacen otras instituciones. Lo que me gusta que este lugar es fue diseñado para mujeres y niños lo cual es una ventaja para sentirse en confianza. Tiene muchos años al servicio de la comunidad migrante.