Hay algunos bares reconocidos en la ciudad que manejan el concepto bohemio y trovador, sin embargo ninguno como«La vieja bodega de vino» donde hay un excelente someleir, o muchos someliers, pues la ocasión que me di oportunidad de pasar por ahí el mesero super conocedor me recomendo un vino amargo de frutos rojos que hasta la fecha no puedo olvidar. No soy muy diestra en los vinos, en cerveza sí, pero vinos no, este vino tenía una textura deliciosa que el mismo mesero me ayudó a encontrar, mientras me daban una especie de clase de desgutación express de fondo el «Gume» tocaba a guitarra y su voz rasposa nos llevaba por éxitos que todos conocemos, no hay pierde del«esa música no me gusta» o «me siento fuera de lugar». Los cortes de carne son delicioso, ya habrán notado que soy una obsesa de la carne y a donde voy quiero pedir su mejor corte, aunque digan que la carne roja es mala, estaba justo en su punto y súper jugosa. Después preguntándole al mesero me comentó que ahí hacen eventos de rock clásico, jazz y otros trovadores nacionales y americanos se dan cita cada cierta temporada. Lo único malo, veo yo, que queda un poco lejos, o al menos, su ubicación a mí me queda retirada. De ahí en fuera, ambiente, comida, precio y atención, se llevan un 100.
Adriana I.
Rating des Ortes: 5 Tijuana, México
Para lugares interesantes, la ciudad de Tijuana. Recientemente estuvimos tres amigos y yo en Hugo´s Bar; el lugar es rustico y está ubicado en una calle que de día es poco transitada y de noche es oscura y lúgubre. Sin embargo, la idea era pasar un buen rato y creo que fue lo mejor que pudimos hacer. Llegamos un poco antes de las diez de la noche; como la idea no era cenar, solo pedimos algunas botanas, dentro de lo que destaco unas pizzas excelentemente buenas, delgadas pero excelentes; para acompañar la velada pedimos un buen vino tinto de la región; recuerdo que en mi caso fue un tempranillo. En punto de las diez de la noche empezó la música; oh sorpresa, se trataba de Gumaro, quien desde entonces para mí es el mejor trovador de Tijuana; su presencia es amable y su voz especial para la trova. De «Penélope», pasamos a «Tío Alberto», luego por«Viejo mi querido viejo» y algunas trovas cubanas extraordinariamente interpretadas el que para ese momento ya era mi amigo Gumaro. Y nos dieron las diez, las once y las doce, en el que para mí es el mejor lugar para escuchar ese tipo de música. En verdad lo recomiendo a los a los amantes de la trova. De mi parte creo que debo regresar.