Le Drug Store

Lo que antes era un conjunto de farmacias y muchas agencias de viaje, de pronto este lugar se volvió un tipo de ciudadela o kiosko de pueblo, donde la gente se junta para bailar gratis, y si quieren ingerir algo, están los locales de ahí mismo. Es de lo más bizarro pasar por ahí y escuchar la cumbia a todo lo que da un domingo por la tarde y ver a un montón de personas bailando despreocupadamente, mientras algunos por curiosidad se quedan a verlos, seguro es porque tienen envidia a ese movimiento de pies y a esas vueltas magistrales que dan con cada cambio de música.
La verdad yo sí me he quedado viendo con las ganas de meterme a bailar, se ve que se la pasan tan bien que hasta se antoja.
Lo que sí es que es una lástima que ya no estén las agencias de viaje de antes, porque sí tenían buenos deals.

Hablar de los espacios tijuanenses con historia y no hablar de Le Drugstore sería una omisión tan terrible como no haber llevado a Carlos Vela al mundial de Brasil 2014.
Ubicado en la Calle 4ta y la Av Revolución, es un lugar que por si simple fachada impone presencia y se denota su representatividad para la ciudad. Este lugar me trae bastantes buenos recuerdos, principalmente de mi época como preparatoriano que asistía a «toquines» (tocadas, mini-​conciertos) en el Drugstore. Desde las ondas del hardcore con bandas locales de esos tiempos como 5 more days y Cicuta, hasta el siempre popular entre gente de esa edad Ska con la gorra briaga, almalafa, entre otras que no me vienen a la memoria pero que han sido importantes en el desarrollo cultural de la ciudad.
Esos slams en los que entraba empujando y bailando al son de las trompetas cuidando que un golpe no fuera a la cara y al momento de tropezar, estar de pie antes de tocar el suelo porque la misma gente del slam te levanta. He conocido muchos buenos amigos en este lugar que siempre está apoyando al desarrollo del talento y la cultura tijuanense.

Siempre que paso entre semana y de día por la avenida Revolución me da mucha risa este lugar. Entrada ya la tarde puedes ver personas jóvenes y mayores en la banqueta a las afueras del lugar observando curiosa y detenidamente el espectáculo que adentro se lleva a cabo. Con sus inconfundibles paredes de cristal para el primer y segundo nivel, Le Drug Store es un estuche (casi literalmente) de monerías.
De día, los amantes del danzón, la cumbia y el chachachá encuentran una pista donde exhibir sus impresionantes pasos de baile. Aunque a algunos de estos bailarines la edad ya no les permite realizar grandes acrobacias, debo admitir que son un espectáculo muy entretenido y ya quisiera yo moverme así a su edad. Un puestecito de pizza y un café cuyos nombre ni siquiera recuerdo son los locales a los que acudo cuando estoy allí, a los cuales puedes acudir por una pizza (disculpen la obviedad) o una cerveza de botella para pasar el tiempo mientras audaces personas suben a cantar los éxitos de Rocío Durcal, Daniela Romo y Lucero.
Pero el espacio es tan camaleónico que, aún con esa descripción, es muy solicitado por los jóvenes. Cuando la tarde ya está cayendo, la música la alternan con otros géneros un poco más actuales: reggae, ska, rock y algunas baladas ambientan un espacio. En un segundo nivel, un piso llano que amortigua el ruido de abajo, a veces se realizan conciertos underground de hardcore, punk o cualquier género que se preste a ese espacio.
Y para una faceta más, al subir unas escaleras de caracol, te encuentras de cara con la muerte, en Bat Craft Café Galería, una sala de reunión para la escena gótica y dark de la ciudad, de la que hablaré en otra ocasión.
Sin duda, Le Drug Store es uno de los espacios más polifacéticos de la ciudad, y de los pocos en los que puedes disfrutar a cualquier hora del día hasta con sólo 200 pesos en la bolsa.

Cuando me voy de antro mi mamá reclama que no la llevó. Pero es obvio que la madre mía no va a disfrutar los mismos lugares que yo. Imagínense a mi señora madre en La Chopería, odia la música actual, odia ir a un bar y sentarse a tomar, le gusta bailar, pero detesta Las Pulgas, lo cual es divertido y contradictorio. Sin embargo, hay un lugar que nunca me falla cuando mi madre se pone en su plan de PartyMom, y ese sitio es «Le Drug Store», es un escenario alternativo, hay rock y planificación de eventos diversos, en la primer planta, hay música varia abierta a público, obviamente que por decencia se compra mínimo una soda o cerveza, según sea el gusto, y en su mayoría son personas adultas.
Ahí no temrina la magia. Le drug store, es una edificación situada en esquina sobre la av. Revolución, es bien conocida por sus toquines de música alternativa: Rock, ska, reggea, etc, no obstante también es hogar de un café «vampiro» donde se reúnen los familiares del oscuro, dan conferencias relacionadas al ambiente paranormal, además de clases de danzas goticas y demás curiosidades del género.
En lo personal me gusta mucho el salón de la copula por el vidrial que hay en el techo, es hermoso. El dueño es muy amable y accesible a prestar y/​o rentar el lugar para eventos con causa o con fines de lucro, es todo un ambiente underground.