Monte María Radio y Televisión

Todo aquel en la región que se considere católico de hueso colorado conoce el nombre del padre Jorge, pero sobre todo del padre rayito, ya que su historia de vida toca el corazón de muchos creyentes. Al haber sido un delincuente menor y haber pasado por muchas etapas no muy propias de un cristiano, se ha convertido en un sacerdote devoto a sus principios pero saliendo de esa imagen que tenemos de los sacerdotes.
Esta iglesia tiene la peculiaridad de mantener una transmisión de radio las 24 horas del día en la estación 14 20 am. La cual conocía de pies a cabeza su transmisión porque mi hermosa madre es fiel seguidora.
En su programación puedes encontrar desde la misa diaria, hasta programas dedicados a niños, a jóvenes, a matrimonios e incluso especiales para la sanación de los enfermos.
Tuve la oportunidad de asistir a un vía crucis en semana santa en esta iglesia, y créanme que es una experiencia completamente diferente ya que su líder te hace ver la religión desde un punto de vista más envolvente.

Uno de los personajes religiosos de la región que ha trascendido de Tijuana al mundo es el conocido como Padre «Rayito» quien se sale del común denominador sin duda.
El de un «chico banda» que salió de la calles y quien reconoce haber sido mujeriego y parrandero se convirtió en sacerdote. Uno autorizado para hacer exorcismos.
En su iglesia que está en Monte María, construyó un imperio de radio y televisión, que transmite las misas de sanación en vivo, así como otra programación.
Los exorcismos también los realiza «al aire». Las misas que se llevan a cabo en este lugar son sui generis. El sacerdote avienta chorros de «agua Bendita» afirma curar el cáncer y haber en su momento, resuelto secuestros.
Gente proveniente de la Unión americana, van buscando «sanación».
Aunque los estudios son pequeños su imperio televisivo religioso. es considerado como el más grande de México.
Muchos han cuestionado a este sacerdote de si realmente es un gran negociante o un religioso porque en este lugar hay una especie de centro comercial donde se puede comprar todo clase de objetos mágicos hechos por el padre Rayito y las monjas de su congregación.

El padre Rayito es un personaje del que vale la pena hablar, él es de los pocos exorcistas autorizados por la iglesia católica para esta práctica en el norte de México, en sus ceremonias religiosas expulsa demonios del cuerpo de las personas poseídas, además es cantante, visita a los enfermos que nadie quiere ayudar, es muy querido por la comunidad pero no tanto por la alta jerarquía religiosa. Asistir a una de las llamadas misas de sanacion es una experiencia surrealista. El padre Rayito es el jefe de la colonia tres de octubre, a este hombre de casi dos metros de altura y voz de locutor la comunidad lo respeta y por mas de veint años lo ha ayudado a construir la iglesia de Monte Maria. Este Sacerdote se sale de los canones de un cura tradicional, bendice mas de 100 litros de aga en cada celbracion y luego lanza parte de ellas sus feligreses que felices se amontonan frente al atrio para recibir el baño del padre Rayito

La Congregación de Misioneras de Jesús, que dirige el Padre «Rayito» tiene por misión, ofrecer misas on line, y a través de la Televisión y la Radio. ¿ Te imaginas que te den la comunión a través de una pantalla? Pues el Padre Rayito y sus «hermanas» realizan toda cantidad de misas de sanación donde acuden decenas de fieles todos los días de la semana. Esta Iglesia con el nombre de Monte María, está en construcción desde hace más de 20 años, viene gente de Estados Unidos y de la República Mexicana a conocer a este padre que es un personaje de los medios de comunicación, polémico, pertenece a la Arquidiócesis de Tijuana. Sus misas no son habituales, tienen una duración de dos horas y acuden los fieles en busca de milagros movidos por la fé. Todos los días a las 6:00 a. m se ofrece una misa con el Padre Rayito, los martes a las 7 de la tarde una misa de sanación y los miércoles a las 12:00 del día, sea el día de la semana que sea, la Iglesia está llena. No es una misa habitual, sin duda es una experiencia «diferente».