Esta primaria, por la cercanía con respecto a mi casa fue a donde acudimos mis hermanos y yo. Recuerdo cuando mi mamá y yo hicimos fila desde temprano para alcanzar un lugar en el turno de la mañana, sueño y esperanzas que se diluyeron cuando a escasos cinco lugares enfrente de nosotras dejó de haber cupo para los niños de la mañana. En el turno matutino se llama Federico Benítez y en el turno vespertino se llama Enrique C. Rebsamen. Creo que al principio ni en la tarde me querían y yo lloré mucho porque quería ir a la escuela y es que como soy de septiembre aún no tenía los seis años cumplidos. Luego de que mi mamá fuera hablar con el jefe de la zona escolar me aceptaron en la escuela ya que en un par de semanas cumpliríà la edad mínima para entrar a la primaria. Allí cursé los seis años y pude ver como poco a poco las instalaciones se fueron innovando. Muchas veces me tocó llevar a mi hermano en silla de ruedas y agradezco el entusiasmo y apoyo por parte de la escuela ya que hicieron rampas para que pudiera pasar mi hermano y no perdiera en año escolar.