Desearía ser pingüino para vivir dentro de los refrigeradores de los Raspados Tocumbo y devorar toda su deliciosa despensa. Los raspados de este local ya tienen mucho tiempo alegrando el paladar de los tijuanenses, por lo que se ha convertido en un lugar que cuenta con la añoranza de aquellos a los que sus papás llevaban de niños como premio por haber hecho bien sus tareas. Te he de confesar que no vas a probar nada nuevo, su menú consta de raspados con fruta natural y una que otra rica chuchería, como los tostitos con cacahuates, cueritos y salsa. ¡Todo está muy bueno y vale la pena probarlo! Pero me atrevería a decir que, actualmente, la mayor virtud del local es que ha estado activo tanto tiempo que se ha convertido en un lugar«clásico» de la ciudad para visitar. Hay que visitar Tocumbo cuando andas de antojo de algo rico y con historia.
Marco Alejandro H.
Rating des Ortes: 4 Tijuana, México
Los Tocumbo jugaron un papel superimportante en mi infancia. Si se portan bien los llevo por un raspado– nos advertía mi madre a mi hermano y a mí. Si me acompañan al mandado, después pasamos por un raspado– nos chantajeaba mi madre a mi hermano y a mí. Si se comen todo, en la tarde los llevo por un raspado– nos seguía chantajeando mi madre a mi hermano y a mí. Mi favorito, desde entonces, era el de vainilla. De hecho no creo haber probado nunca otro. En verano, no había nada que se le comparara a refrescarte con un Tocumbo. Qué ch%^(os significa Tocumbo? Sabe. Pero para mi hermano, mis primos y yo, era sinónimo de vacaciones de verano. Cuando se me empezaba a acabar, mi primo me pasaba su técnica –pícale, pícale más para que salga más juguito. Ahora hay raspados por todas partes, pero tan simbólicos como Los Tocumbo, ninguno.
Alejandra G.
Rating des Ortes: 4 Tijuana, México
Me atrevo a decir que fueron los primeros raspados en utilizar fruta de verdad y no jarabes, mermeladas o fruta congelada. El sabor que siempre me ha gustado pedir es el de fresa y por eso siempre me fijo si te lo sirven natural o artificial. Es fácil distinguirlo. Están ubicados donde antes era el famoso castillo de la 5 y 10, que ya tiene varios años que lo derrumbaron. El lugar sigue igual, solo han cambiado los colores de la fachada. Antes eran filas gigantes para pedir un raspado, ahora con varias opciones por toda la ciudad ha bajado un poco la clientela mas no la calidad. Debes de probarlo tu mismos y darles una calificación, aparte que así apoyamos negocios con tanto tiempo en la ciudad de Tijuana.
Nestor Daniel P.
Rating des Ortes: 4 Tijuana, México
Caminando por la calle con mi hermano precisamente buscando nuevos lugares donde gastar dinero encontramos este pequeñito lugar que estando en medio de unas casas comunes y corrientes te llama la atención la fachada, nos acercamos ya que mencionaba algo de frutas naturales, y personalmente prefiero un agua natural a una soda o un sobrecito de Tang; entre y observe el pequeño establecimiento, muy amablemente nos mencionaron los mas ricos raspados que la gente pedía y ni tarde ni perezoso le dije que quería uno de mango, sin embargo, al parecer también ese era el preferido de muchos, ya que no había, pobre de mi… Yo pedí el de fresa con piña y mi hermano el de cajeta con fresa, muy sabrosos y con hielito hecho minibolitas que realmente disfrutas la frescura aun en un día sin mucho sol. Un poco caritos pero pues en realidad valen la pena, me gustaría que los llevaran a domicilio pero luego comprendí que se podían derretir en el camino.
Ada M.
Rating des Ortes: 4 Tijuana, México
!Híjole! este lugar me recuerda la edad que tengo(jajaja), guardo en la memoria que cuando vivía por estos rumbos como hace 20 años, llegaba a comprar mi raspado y más en época de calor; había uno que le ponían nuez y coco y quedaba! delicioso!, a mi hermana le gustaba la versión que incluía chile y todo aquello que le quita lo saludable y lo transformaba en tan solo«un antojo». Siempre me quede con la duda quien realizaba el almíbar porque este es el secreto de sus raspados, poco a poco y como lo fueron pidiendo los clientes en su mayoría estudiantes, empezaron a vender tostilocos y vasos con fruta para«calmar el hambre». Es un gusto saber que continúa abierto y dando un buen servicio a sus clientes se encuentra en una de las arterias principales de la famosa 5 y 10, y a pesar del frío siempre se antoja un buen raspado.