Tuve la oportunidad de conocer este lugar pintoresco lleno de historia que se encuentra ubicado en el corazón de Tlaquepaque. Fui a cenar y el ambiente se prestó para que la velada fuera muy romántica, por las noches hay música en vivo y ese día nos tocó un trío de cuerdas muy hermoso, a la mesa se acercó un violinista que nos deleitó con su talento en la mediodía Somos Novios. La cocina una verdadera joya, todo es de autor, los platillos están nombrados con nombres de mujeres y las combinaciones que hacen con los alimentos son perfectas, hay una fusión entre lo mediterráneo, aves, carnes y mariscos, simplemente deliciosa. Lo que más recuerdo fue una entrada de nombre Maria Isabel, rollitos de jamón rellenos de queso crema bañados en una salsa de cilantro, exquisitos. Recomiendo ampliamente el lugar para una ocasión especial.