La Cantada

Me gusta su estancia y sus bebidas, aunque el espacio es muy chico su terraza es increible los precios son un poco caros y solo te dejan solicitar una canción, si disfrutar de escuchar a los demás esta de lujo :)

No es mi primera opción, la verdad.
Honestamente no creo poder hacer una reseña objetiva ya que el ambiente del lugar y la gente que va ahí no son mi estilo.
Pero hablemos del lugar. En una plaza fácil de ubicar, con servicio de valet ($ 30) este karaōke es ideal para aquellas personas que caen en la categoría de «chavorucos». Como cualquier lugar de esta zona, los precios son elevados y no esperes poder copear en una mesa, ya que para sentarte ahí tienes que pedir botella.
Sobre la dinámica del karaōke funciona como cualquiera. Llegas, pides la carpeta, te dan un papelito y una pluma y anotas lo que quieres cantar. El plus de aquí, un saxofonista que cuando puede acompañà la canción que elegiste.
Los meseros sin distraídos, andan echando relajo y eso que el dueño, todo un personaje, anda ahí al pendiente.
Si quieres cantar música de los 80’s al estilo Luis Miguel, con pecho al aire y rosarios en los cuellos, este es tu lugar.

Ya saben que amo salir a cantar y cuando me encuentro con todos mis amigos de grupo de teatro el asunto se sale de las manos y sale toda nuestra personalidad histriónica y por unas horas morimos por sacar al cantante reprimido que tenemos. Así que buscamos un Karaōke que nos quedara cerca y llegamos aquí; el lugar está ubicado en Plaza W un lugar donde la gente bonita se reune, así que el lugar es la versión nices.
La decoración es linda, con sillones y mesitas con vela en medio, una escenario grande, muchas pantallas y una super barra. Los precios no son nada baratos, tienen precios como de cualquier antro en la ciudad, así que si quieren venir es mejor que lo hagan en grupo. Como fuimos el miércoles, solo había dos mesas, así que pudimos cantar y cantar y nuestra mesa le puso la fiesta al lugar.
La atención muy buena y la música entre canciones la perfecta para amenizar la fiesta. La pasamos muy bien y será mi opción para salir entre semana, porque el fin se llena cañón y no puedes ir como un común mortal, hay que ponerse guapo, lo que a veces me da un poco de flojera. La pasé tan bien, que será un placer regresar.