Todo lo que ofrece este restaurant es delicioso: desde el café hasta los platillos franceses y la pastelería y panadería francesa hecha de forma artesanal en el mismo restaurant. Los meseros son amables y los dueños siempre están ahí para asegurarse que los clientes están bien atendidos. La música de fondo es relajante y los asientos son increíblemente cómodos. Ideal para una tarde con los amigos o la familia. Sin embargo, los precios son algo elevados