Heladopolis

La venta de helados con alcohol es bastante atractiva si se busca un sabor un tanto exótico, porque algo más allá de eso no consigues a menos que consumas demasiado, pero bueno. Ubicado cerca de Chapultepec tiene una variedad de sabores muy atractiva, junto con aguas, botanas y más. Mis favoritos suelen ser el de baileys con galleta o vino tinto con arándanos. Pero si no te gusta el alcohol, los hay normales también y hasta light. Acompaña tu helado con una crepa, un agua o unas papas. Tienen promociones ocasionales y también te venden helado por litro para llevar.

Helados con alcohol, y con stevia para eso de la dieta. Están deliciosos y las combinaciones están increíbles.

Soy fan de los helados, y estos están muy ricos con combinaciones diferentes a las que encuentras normalmente en las heladerías, me contaron que son helados por la consistencia que tienen que son mas ricos y cremosos.
Me gusta que tengan opciones de helado con alcohol es como un coctel en una bolita.
En precio con el sabor vale la pena, tienen precios accesibles. Lo único que no me gusta es que no hay estacionamiento tan cerca

Este día yo me venia muriendo de calor, venia con moni, estábamos cansados y se nos atravesó este lugar.
Entramos, no saben que cantidad de cosas hay, moni que es bien glotona pidió una crepa salada (de espinaca con queso manchego) y después una dulce (queso Filadelfia con zarzamora) con una agua de melón fría. Yo pedí algo que nunca había visto, helados con alcohol y me dije ¡ de aquí soy! fresa con whisky estaba súper rico.
Tienen helados de baileys, tequila, ron, whisky, vodka, red bull, bueno y muchos que ya no me acuerdo, aparte descansamos, nos atendieron muy bien, salí del lugar fresco, moni feliz con sus crepas y yo con mi helado y listos para seguir recorriendo esta gran ciudad.

En éste lugar venden crepas y helados muy ricos, es muy sencillo pero sin embargo siempre tienen gente los fines de semana ya que sus crepas son muy ricas y de muy buena proporción para comer sola si tienes mucha hambre o compartirla, tienen crepas de fresa, piña, plátano, jamón y peperoni. Mi favorita es la de peperoni ya que le ponen queso filadelfia y hacen que quede súper rica.
Una de las cosas por la cual se distingue esta heladería es porque venden helados de alcohol, que en lo personal en ninguna heladería u otro lugar había visto antes. Además también tienen helados con azúcar y sin azúcar y es una gran ventaja para las personas que cuidan su figura o que no pueden comer tanta azúcar.
Una de las cosas que también compro aquí son sus papas preparadas ya que les ponen diferentes salsas como magi, valentina, limón, sabrosita, chamoy y salsa inglesa, las puedes preparar a tu elección pero con la combinación que hacen es algo de lo que más me gusta.

Desafortunadamente, las calles mexicanas no son como las europeas y uno no puede ponerse a chelear a mitad de un parque cualquiera, pero para eso siempre sobra el ingenio.
Emborracharse es de las mejores cosas que le han pasado al helado, y aquí puedes comprobarlo. La oferta incorpora opciones de vino tinto, whisky, vodka, ron, jagger y casi casi hasta Tonaya.
Tampoco esperes que te ponga acá rapidísimo. Más bien disfruta el sabor de poder tener alcohol en la mano por las calles de Zapopan, a la par del refrescante helado.

Andaba con mucha sed y un gran antojo de una michelada pero como casi no tomo cerveza y aunque me la sirvan de sabor, luego luego se me sube, pues entonces preferí pasar a un Seven para comprar un agua. Pero ¡ oh sorpresa! Estaba retacado, porque era uno de los que se ubican sobre Chapultepec y con eso del concierto 212 RMX pues toda Guadalajara andaba ahí, entonces mejor ni entré.
Ya caminaba para mi casa, como perro con la lengua de fuera, cuando me encontré con este negocio, que decía venta de helados con alcohol y ahí voy… por un agua. Quería una que me calmara la sed y la dije que de limón con chía, pero ya no tenían y la chica muy amable me ofreció de cítricos, así que la pedí de este sabor y me encantó porque además de fresca, pude probar esta fusión de guayaba, kiwi, piña y demás ingredientes naturales.
Me sorprendió mucho su menú de helados de whisky con vino blanco, vodka y chocolates belgas, vino tinto y arándanos, ron combinado con coco, brandy con vainilla y avellanas, tequila acompañado de naranja y bueno casi todo lo que se puedan imaginar de bebidas con alcohol pero con consistencia suave y cremosa.
También venden papas locas (con cacahuate, salchichas, cueritos), crepas –dulces y saladas-​, helados ligth y por supuesto, sin alcohol.
Se me hizo un snack muy limpio y las vendedoras muy atentas a todo lo que pedía, incluso daban a probar el sabor que tú quisieras.

Apenas escuché de este lugar fui a catalogar con mis papilas gustativas que tan bueno era. Obviamente lo que llamó mi atención es el dichoso alcohol que tienen las nieves, digo, pudo haber sido buena opción para la precopa. Pues en cuanto llegué probé y vaya que están muy ricas, claro que la porción de alcohol es mínima, pero quizá sea eso lo que las hace sabrosas.
Tienen de muchos sabores y también tienen sin alcohol. Es como un ligero saborsito nada más, como un toque sabroso que las hace diferentes y con más chispa jaja. La decoración es normal, creo que no han desarrollado muy bien este aspecto, lo que sugeriría que hicieran sobretodo porque la heladería no es muy conocida, o al menos yo no sabía de ella, nunca la había visto, nunca había escuchado de su existencia, nunca pero nunca nada.
Los precios son accesibles y el servicio es bueno, muy amables y hacen recomendaciones cuando eres nuevo y no sabes que elegir, te dan pruebas y toda la cosa. Es un lugar sabroso y diferente, recomiendo darse una vueltita y probar.

Pues a la Rox ya le está gustado mucho el Antonio y no quiere ponerse a rodar de peso, así que, once again, me anda llevando de lugar en lugar lai. Esta vez caímos en Heladopolis, heladería con nieves light. Yo me rehusaba y quería mi helado de chocolate con sus respectivas calorías, pero «No seas ogeís MÓNICA, no me dejes sola en la dieta» cuando me dijo Mónica, así completito, supe que si no pedía el bajo en azúcar me quedaría sin amiga. Al final pedí el rebajado y pa mi sorpresa no estaba tan mal. Seguro ya me acostumbré al mundo deslactosado y bajo en grasa de hoy.

Gracias a un folleto, de esos que suelen suponer una fuente importante de basura en la ciudad, me enteré que había un lugar en que vendían helados con alcohol. Estupenda idea, poco explotada económicamente hasta la fecha (o quizá me he paseado muy poco y por eso no conozco lugares de estos). El sitio se encuentra sobre Avenida Vallarta, por la acera izquierda, pasando Chapultepec rumbo a Avenida Américas, entre una mueblería que ocupa la esquina y unas nieves manhattan que no tienen alcohol (qué tristes). Hay bastante variedad, y también hay helados sin alcohol, para los que prefieran más los sabores tradicionales. Los sabores con alcohol suelen tener nombres de grandes metrópolis y son bastante variados, así como variados son los licores con los que se preparan. La decoración del lugar es minimalista/​futurista. Casi todo en blanco o azul, con motivos metálicos o neones. Lo más importante es que el helado sabe muy bien. No esperen a verse inundados por el sabor del licor, la cantidad de alcohol es pequeña, pero si lo que quieren es embriagarse ¿qué hacen ustedes comprando helado?