Il Piccolino es un restaurante italiano situado a dos pasos de la Plaza de María Pita, en la calle Franja, la más turística de todas las que salen de la plaza. Destaca en la zona porque es el único italiano de la zona entre tantas marisquerías y pulperías. «¿¿PEROCÓMOVAMOS A IR A UNITALIANOENGALICIA??» puso el grito en el cielo mi padre cuando entramos, pero la verdad es que uno ya estaba cansado de comer marisco durante tres días seguidos y necesitaba cambiar un poco, y al final resultó ser todo un acierto. Tiene una variedad bastante extensa de platos entre los que destacan las ensaladas, pasta y pizzas, pero también tenían carnes y pescados. El precio por plato no superaba los 10 €, lo que me pareció baratísimo por la situación del restaurante y por la exquisita calidad de lo que probamos. Yo me pedí unos fetuccinis con queso y espinacas que, no exagero, han sido de las mejores pastas que he probado en mi vida. Riquísimas. El resto de mi familia me dio a probar de sus platos y la verdad es que estaba todo delicioso. El servicio, además, espléndido y súper atento. Tuvieron a bien cocinar a mi madre un plato especial para ella fuera de carta por problemas digestivos y a uno de mis tíos, que se pidió dos platos, le advirtieron que era muchísima comida, aún perdiendo dinero ellos, y la verdad es que estaban en lo cierto ya que con sólo un plato estabas más que servido. Además, nos indicaron amablemente la dirección de una plaza en la que había unos conciertos a los que luego fuimos. Después de llevar varios días gastando bastante dinero en mariscadas había que ir a un sitio algo más barato, y la verdad es que la decisión no pudo ser mejor. Por poquito dinero comimos genial, y justo al lado de la Plaza de María Pita. Muy recomendable.