Cuando este local estaba aun en reformas medio Alaquàs comentaba ya cómo sería esa«pastelería china» que habían visto. A mí personalmente me da bastante igual si los dueños son chinos o de Saturno, lo que me importa es que lo que venden me guste, y hasta el momento así ha sido excepto en una ocasión. Empezaré diciendo que si conocéis Granier, este lugar os resultará familiar porque tanto la estética del local como la organización y oferta de productos es muy similar, así como las ofertas tipo«4 productos por 2 €». Incluso los carteles y grafismos se dan un aire, aunque quizá eso sea ya percepción propia. Hay muchos panes y cosas saladas(como bocadillos o mini-pizzas), pero a mí personalmente lo que me interesaban eran los productos dulces que poder comprar en ocasiones especiales o por qué no, simplemente por comer algo dulce, y he encontrado una variedad bastante interesante con muffins de distintos sabores, berlinas rellenas, rosquillas de distintos sabores, trozos de tarta, etc. En especial me gustan las berlinas, tienen relleno o de chocolate o de caramelo, y están realmente buenas. El personal puede ser mejor o peor dependiendo de quien te atienda. Hasta donde he visto son todo chicas, y al haber abierto hace poco hay algunas más profesionales y simpáticas, y otras que no terminan de saber el sabor de los productos ni qué venden en general. La parte negativa, y es esa ocasión que comentaba antes, es que un día fui a comprar 4 rosquillas rellenas de diferentes sabores para una merienda en familia, y cuando llegué a mi casa me topé con la desagradable sorpresa de que estaban congeladas. No frías, no, congeladas tal cual, congeladas al nivel«todos sabéis que nuestros productos vienen congelados y aunque fingimos ser una panadería realmente nuestro trabajo es calentarlo, pero esta vez nos hemos olvidado incluso de eso». La verdad es que fue una cagada tremenda por su parte, y no dudaría en subir mi valoración si no fuese porque esta experiencia me dejó una impresión muy mala con un fallo en mi opinión imperdonable. Evidentemente fui a quejarme y me pidieron disculpas, e imagino que los siguientes clientes tendrían más suerte porque se llevaron el resto de rosquillas a descongelarlas, pero el error ya estaba hecho y con esas disculpas mi opinión ya no iba a cambiar demasiado…