Bar con unas presentaciones diferentes a los que acostumbra Albacete puesto que su ‘especialidad’ son los«platos gigantes», como sándwiches o hamburguesas. El ambiente es tranquilo(aunque yendo un domingo de frío en el que la ciudad está ‘muerta’ no es significativo). Íbamos dos personas y con unos nuggets de pollo y aritos de cebolla al centro + una hamburguesa gigante a compartir(nos sobró un trozo) + bebida, salimos a 18,60 muy bien cenados, o cebados. También tienen la comida para llevar y creo que hacen tartas por encargo, que tienen buena fama.