Este bar destaca por sus sandwiches. Me lo recomendó mi padre ya que el lo recordaba de su juventud asi que es fácil imaginarse que es un clásico de Alcalá, incluso su cartel parece recordar que lleva muchos años ahí colgado. Los sandwiches estás bastante buenos y son baratos, la única pega es el ambiente del bar, que suele estar bastante vacío.