Colonial

Well, the dinner at Colonial was allright. Nothing special, but also not bad. Average and not really worth driving out of the city.
Upfront I must say, I’m not a big fan of buffet style restaurants. The mood during dinner is always disturbed when someone gets up to get some more food. Since we were a party of three, we mainly got up at the same time, therefore it was allright.
The food offered a wide range of specialties: from sushi to Chinese to Italian to US-​style to local Spanish food. I tried Sushi, some of the Chinese things, lasagna, and pizza. Sushi was fresh and tasty. Chinese was that kind of stuff you’ll get in Europe, not very authentic, expect maybe for the dumplings and baozi. The lasagna was awful, just some slimy mix of creamy sauce and way to soft pasta and finally the pizza was more or less okay.
Not all of the hot served food was still hot. Chocolate fountain did not work, it was just a pool of chocolate (not very inviting-​looking).
The service was almost as good as it can be in a self-​service restaurant. They took the plates away, the brought drinks (but did not really ask if we wanted more).
I’d rank this place 2 Stars, if it hadn’t been for the really cheap prices.

Eso de por debajo de 10 € es discutible… mínimo son 16.28 €/​persona, porque te obligan a coger mínimo 1 bebida sea cual sea, y lo más barato es el refresco que son 2,3… No es de los sitios más caros, eso también tengo que decirlo, pero no es tampoco barato, teniendo en cuenta, que los hay por 9 € (neco) o 11 € (cualquier wok) teniendo un poco menos de variedad pero el servicio es prácticamente es el mismo… La verdad es que si quieres una cosa diferente al típico wok de siempre, está bien variar, pero para mí ir desde valencia hasta allí para gastarme más dinero por un servicio que me lo dan otro más barato… Lo que tengo que decir en su favor, es que el trato fue excelente en todo momento, te rellenan el vaso cuando se te vacía (como el foster’s), te quitan el plato cuando acabas (preguntando antes), cuando has acabado de cenar se despiden y te preguntan si te ha gustado… por ese aspecto, excelente.
Con respecto a la comida, no sé si tuve mala suerte o no, pero estaba templada (que no es caliente), cuando llegabas a la mesa ya estaba fría, algunas cosas se notaban que llevaban hechas bastante rato, y cuando cogí del wok, no sé si es que tenían prisa, pero se dejaron cosas por hacer, que evidentemente me las dejé, habían gambas crudas… Ya digo que puede ser mala suerte, porque fuimos, por las opiniones que habían por aquí, que decían que era muy barato y se comía bien y que había de todo. Pero yo por mi parte ya lo he probado, y no volveré a pagar todo ese dinero por comer comida que lleva horas hecha, y que es un poco caro para que den el mismo servicio que cualquier wok…

Resumen express:
–Comida regular-​bien en general; hay de todo lo que puedas imaginar.
–Servicio bueno. Mucho personal y atento.
–Precio justo.
Experiencia completa:
Bufé con todo tipo de comida imaginable que no paran de reponer, aparte de la que preparan en el acto.
El principal problema es que se supone restaurante asiático y es la peor de todas las que hay. Como también es cierto que la única persona asiática del local es la recepcionista, todos los chefs son sudamericanos y españoles, de ahí el nivel culinario.
La comida asiática es de nivel de chino baratero, nada destacable, aunque tienen de todo (vapor, sushi, etc…).
Los guisos y carnes potentes, y hacen pizzas en horno de barro, y también paella con guisantes (matadme).
Tienen una sección de marisco y pescado fresco que cocinan en el acto de calidad discutible, pero en buen estado.
Los postres lo peor, todos precocinados e industriales, aunque puedes ahogarlos en la fuente de chocolate (muhahaha).
La bebida es la único que no es self-​service.
El servicio es muy atento y no paran de preguntar y recoger, y abundante, porque el local es enoooooorme.
De precio menos de 20 € por cabeza incluyéndolo todo, muy razonable.
Valoración final:
Si te va este tipo de locales no dudes en venir, está guay en general. Eso sí, la comida asiática la peor. Por calidad hay mejores, y por precio también, pero este aúna un poco de las dos partes para bien.

Tanto tiempo diciendo de ir, y por fin fuí este jueves a comer.
Es un lugar de buffet libre dónde puedes encontrar mucha variedad de comida japonesa, china, mediterranea, argentina, italiana…
Fuimos un poco tarde, y habían cosas que escaseaban… habían ensaladas ya preparadas de varios tipos, ingredientes para hacerte la ensalada que quieras, sushi, paella, macarrones, spaguettis, carne argentina,…bueno y no sigo porque sino me puedo tirar un buen rato escribiendo.
Hay comidas elaboradas como ya mencionaba, y también puedes pedir que te hagan a la plancha carne o marisco (típico de los woks), pero en este caso das el número de tu mesa y te lo llevan alli. Genial porque no tienes que esperar como en otros sitios.
La parte de los postres tiene bastante variedad, y no me defraudó, habían profiteroles! Me volví loca poniéndoles cucharadas de chocolate (la fuente no estaba funcionando, sniif…)
Salí casi rodando y pensando en el pecado que acababa de cometer tras semejante atracón, pero muy satisfecha por haber comido taaaaaaan bien y por el buen trato de sus trabajadores. Además el local está muy bien y se ve todo bastante aseado.
Salimos a 13 € por persona (comida entre semana) y comentaros que pedimos refrescos y podiamos repetir las veces que quisieramos
Ojo, si llegáis un poco tarde al servicio de comidas, tened en cuenta que sobre las 16:30 ya empiezan a recoger todo, pero de todas formas sus trabajadores te avisan de ello.

Creo que es el mejor bufet al que he ido. Comida china, española e italiana y de gan calidad
Todo muy limpio y la decoración muy actual y bonita
Cuando eliges algo para que te lo hagan a la plancha no tienes q estar esperando mientras lo cocinan, ya que te lo llevan a la mesa.
Muy recomendable

Excelente buffet en el que se puede degustar gran variedad de los platos tipicos de casi todos los rincones del mundo
Tambien tiene una aceptable seleccion de postres con una fuente de chocolate digna de los mejores banquetes y el precio no esta nada mal…

Bufet con variedad de comida, dividida por regiones, desde la paella valenciana, hasta la cocina china, todo muy bueno y buena calidad en sus productos, OS recomiendo no cenar si vais a comer o no comer si vais acenar, la báscula hay que ponerla en el techo si OS esais ese día para ver que no se ha engordado uno no un gramo, ese método funciona, viva el amor con sensación., buen provecho

De los mejores buffets que hemos probado, y eso que con la crisis ha bajado la calidad. Pero sigue teniendo mejor que en muchos sitios del estilo.
Es de ambiente asiático, pero tienen cocina española (curiosamente la paella es muy decente) y la parrilla está muy lograda.
Para los pitufos hay un miniparque de bolas muy práctico en el que se pueden entretener mientras los adultos comen.
Es perfecto para grandes grupos, tanto por el amplio salón como por la pedazo mesas redondas.
Somos fijos.

De los mejores buffets de la zona (por no decir el mejor). Su aspecto me invitó a entrar y en cuanto pude me acerqué a cenar. Si por fuera ya parece bonito… La comida muy rica pero lo mejor son los postres, ¡hay de todo! Hasta una fuente de chocolate que puedes utilizar para endulzar más aún los profiteroles. Vamos, que mola mucho. El precio no tanto, pero una vez al año no hace daño.

Este buffet me cautivó la primera vez que fui y he vuelto unas cuantas veces más… Y cada día he ido variando mi opinión. Unos días genial, otros días bien, otros días… Bueno, eso…
Tiene una variedad de comida que es increible. Hay comida mediterránea, china, japonesa, ensaladas, montaditos, un jamón para cortar, verduras, marisco, carnes a la brasa, pizzas… En fin, creo que todo lo que puedas imaginar, está.
En general la comida es bastante buena. Y los postres, son industriales, pero hay una fondue de chocolate, que está de muerte, y frutas, profiteroles y en fin de semana, creppes.
La verduda y los mariscos, los hacen a la plancha y te lo traen a la mesa y la carne a la brasa te la hacen en el momento, eso es un puntazo.
Cosas positivas: es un precio bastante asequible y las bebidas de refresco, aunque no están incluidas en el precio del buffet, pagas sólo la primera y las otras entran gratis. La comida es buena, y son muy atentos para que no te falte nada. El local es una auténtica pasada. Decorado con colores y muy cuidado, limpio, y aseado. Además, los camareros atienden rápido y tienen mesas redondas grandes que hacen más agradables las comidas en grupo y familia.
Cosas negativas: huele a frito que no veas (casi todas las veces que hemos ido, la ropa ha tenido que ir a la lavadora, aunque me imagino que es normal!). Cuando está lleno, no reponen con suficiente frecuencia y gran parte de las veces está vacio y aunque se lo dices a los camareros, no reponen hasta que ellos lo consideran. Además, sólo hay creppes los sábados y domingos, cosa que no entiendo. Finalmente, las ensaladas están muy bien, pero las que están hechas ya van aliñadas o con salsas y los productos separados algunos son de bote (no hay zanahoria natural, ni remolacha, sólo de bote…).
Experiencia buena, para repetir, genial para grupos, hay zona de niños y aunque tiene cosas a mejorar, es de los mejores buffets por la variedad y la relación calidad-​precio!

Un buffet libre con una relación calidad precio muy buena. 9,20 € comidas entre semana, cenas y fines de semana menos de 13 € bebida a parte. Hay mucha cantidad de comida y muy variada. A mi personalmente me ha gustado, y el restaurante es muy grande y espacioso. Los postres también muy bien y la bebida tiene un precio correcto. Y las bebidas de tirador menos la cerveza, pagas la primera y las otras no. La cerveza por las noches la tienen en promoción y solo pagas la primera también! Volveremos seguro! No es un imprescindible pero hay días que a uno le apetece probar un poquito de todo y al gusto suyo!

Llevaba justo un año con ganas de visitar este «buffet», que yo creo que ellos catalogan así por decir algo. Yo lo llamaría: LII (Locura Internacional Infinita). Está ubicado en el centro comercial de Alfafar, y desde la carretera se divisan sus luces rojas, no tiene pérdida.
Lo primero que llama la atención es el espacio, he estado en salones de bodas más pequeños. Para dar la bienvenida, una enorme fuente coronada con una estatua de Buda de unos seis metros de alto. Muy minimalista todo. Has de esperar a que te acomoden y por el camino te vas cruzando a decenas de camareros que te van dando las buenas noches. Igual que lo «internacional» de su rótulo, es el origen de los trabajadores, porque esto no se queda en un simple buffet chino/​wok al uso. Hay que decir que, a veces, se pasan de pesaos: una de ellas vino unas 100 veces a preguntar si queríamos más bebida.
Una vez has cogido mesa (hay como mil espacios distintos, incluyendo mesas al estilo americano con bancos enfrentados e incluso reservados) y has pedido tu bebida (los refrescos y la cerveza de barril incluyen «rellenamiento» infinito), empieza la fiesta. El pasillo principal incluye una alegría de mezclas que no dejan indiferente a nadie con esófago. Sólo un dato ilustrativo: lo primero que te encuentras sobre la barra es una pata de jamón ibérico para cortar cuanto quieras. Tras esta barra de la derecha puedes ver un equipo enorme de cocineros en sus respectivas planchas preparando y asando todo tipo de carnes.
Para empezar hay pintxos, que no tienen la barbaridad de elaboración y presentación vasca, pero muy ricos. Después, algo más típico de los buffets: pasta y pizzas variadas, pero con riquísimas salsas de setas o salmón, por ejemplo. Luego ya empieza el plato fuerte, las carnes: filetacos argentinos, chorizos criollos, costillares, más embutido, alitas a la miel y ¡hasta salsa chimichurri! También algo de fritanga para los anodinos: nuggets, papas, calamares…
Más adelante comienza la zona más chinorri, pero en plan bien, con esos cubitos de mimbre guardando multitud de panecillos rellenos, desde baozi hasta dimsum. Y luego ya multitud de carnes con salsas (el pato más seco que los pies de Cristo, qué pena), fideos, tallarines, arroces, panes, etc. Al final del pasillo se puede encontrar marisco fresco, que puedes pedir para que te preparen al momento y te lo acercan a la mesa.
Pero en la barra de la izquierda, espera lo mejor: verás una retahíla de mujeres amasando sin parar. ¿El qué? ¡La zona Japón! Decenas de tipos de makis, sashimi, nigiris y más palabras extrañas… ¡sushi recién hecho!
Si después de probar TODOS los tipos, como hice yo, no te sientes una paloma a la puerta de una iglesia post-​boda, a punto de reventar de tanto arroz, puedes visitar el segundo de los pasillos, la zona postres. Aquí también se pueden encontrar algunas sorpresillas como gelatinas, natillas y flanes caseros, tartas de galleta y caramelo, brownies, panacotas con frambuesa (muy rica) y muchas cosas más, muy bien presentadas. También algo de frutos chinos como lichis y demás, macedonias do-​it-​yourself, frutas, y otras cosas más cerdas como leche frita o boniatos asados. Para culminar este desfile de explosiones estomacales inminentes, ¡¡una fondue de chocolate!
Pagamos 12 euros por persona (bebida no incluida e infusión de regalo), por ser de noche y entre semana, y nos pusimos como cerdos y con la sensación de que era el buffet con menos desperdicio del universo.