¡La de años que debe de llevar este«merendero» en pie! Empezó siendo eso, un chiringuito de playa dónde(según me contaba mi madre) acudía todo el pueblo de la zona del Albir(Alfaz del Pi) a comer paellas ya en los años 70. Fotos de esos y otros muchos momentos cuelgan de sus paredes, y entre ellos se puede ver a blanco y negro o a color los perfiles de un montón de caras conocidas: actores, cantantes, políticos, humoristas… una larga lista de famosos se ha sentado en sus sillas a probar alguno de sus suculentos arroces. La primera vez que fui fue con mis padres. Entonces ya era un enorme restaurante llamado«EL Raspalló», una verdadera mole de sitio que se llenaba hasta la bandera. Cada verano que íbamos al Albir era un clásico ir allí a comer. Después llego la crisis, ay ay, y azotó al Raspalló con fuerza. Entonces tomaron la inteligente decisión de dejar el espacio enorme que ocupaban y reconvertirse en un restaurante más modesto en tamaño(yo creo que habrá menguado un tercio), sin dejar de ofrecer la misma oferta de cocina alicantina mediterránea que da honor a su nombre de pescado. Y digo alicantina porque aquí los arroces tienen el toque de la tierra, y mejor ellos que nadie para prepararlos. He probado la paella clásica valenciana, el «arròs amb carn i cigrons»(carne y garbanzos), el de magro y coliflor, en una ocasión y una vez con unos amigos el de rape, que triunfó por encima de todos. He de decir que soy una arrocera de nacimiento, como buena valenciana, y adoro todo lo que lleve arroz en un caldero, y aquí puedes estar seguro de que aciertas. Otra cosa ya son los precios. Así como se han reconvertido de una manera admirable, en espacio, no lo han hecho demasiado en ajuste de precios. Tienen un menú de 10 euros sin bebida a mediodía(o con una bebida, ché ahora no recuerdo bien), el caso es que es un menú poco adecuado al tipo de restaurante porque nunca incluye un tipo de arroz, algo que debería ser esencial desde mi punto de vista porque es lo que vas a comer allí, arroz o fideuà, en todo caso. Fuimos de menú un par de veces y te quedabas como con cara de tonto viendo al resto zampando paellas y tú con unos macarrones con tomate(buenos, vale), que no tenían que ver nada con la cocina del lugar. Si vais a mediodía, aunque sea más caro(saldréis a unos 18⁄20 euros por cabeza) recomiendo encargar un buen arroz de carne y garbanzos o de rape. Una vez quisimos fideuà negra pero no les quedaba fideo fino(como el que se usa en la zona de Castellón) y al final volvimos a comer arroz. Al centro una sepia o sepionet o, si sois más de verde una buena ensalada, y con eso sobra. De arroz os pondréis hata arriba., porque siempre sobra, pero no os paséis con los entrantes o lo pagaréis muy caro, avisados. En cuanto a las cenas, en plan de tapeo, es caro. Todo está rico y es muy fresco, pero pides dos o tres tapas y te clavan, la verdad. Sin embargo, si buscáis calidad y no os importam pagar un poquito más es el restaurante más auténtico de todo el Albir. Los que están al lado son más enfocados a los guiris y al plato combinado, aquí se ve mucha gente de la tierra comiendo y cenando. Un punto negativo por cobrar el pan con alioli aparte y ni siquiera preguntar si lo quieres, eso es encalomar al cliente y no me gusta nada. Espero que lo tengan en cuenta porque queda hasta cutre en un sitio con su nombre y tradición. En cuanto al servicio, es súper rápido y eficiente. Se nota que llevan toda la vida sirviendo mesas y lo hacen fenomenal, con una sonrisa. Sin embargo, aunque el sitio esté hasta medio vacío van como un poco acelerados, no sé si es por deformación profesional, acostumbrados a los veranos de llenazo, ahora parece que no han bajado ni una marcha en el coche. Ay, se me olvidaba, los postres son muy caseros y están deliciosos. Pero has de ser goloso porque son bombas de azúcar y dulzor.
Silvia G.
Rating des Ortes: 3 Valencia
En el paseo de la playa entre tanto local para alemanes, ingleses… encontramos Nou Raspallo. Fuimos a cenar y nos gusto. Los camareros fueron muy amables con el bebe y enseguida nos sacaron una trona alta donde estaba encantado pues podia verlo todo. Lo del pan con ajoceite es cierto. Lo dejan caer encima de la mesa y como es lo primero que cae… es un engañabobos… lo mejor fueron los Calamares, espectaculares…