Sabes que la comunidad de Unilocalers alicantina está todavía en pañales cuando vas a hacer check in en sitios como Víctor y ves que… ¡no hay ni una sola reseña? WTH?! Tengo que reconocer que, a pesar de haber vivido en Alicante durante muchísimos años, yo también descubrí esta cervecería bastante tarde, hace tres o cuatro años y fue gracias a un amigo de Benidorm. Víctor es uno de esos bares de tapas que nació en un barrio, Benalúa, y que se ha convertido en un punto gastronómico clave de la ciudad, como demuestran los varios premios que ha recibido en concursos de tapas locales. Todo esto no significa que sea imprescindible reservar, pero sí aconsejable si quieres sentarte a la mesa. Si bien el servicio es más que notable, lo que en mi caso ha hecho de Víctor mi bar de tapas favorito de Alicante es la cocina. Por supuesto que no pueden faltar las bravas, el pulpo a la gallega y los demás clásicos. Sin embargo son las tapas innovadoras las que han puesto este sitio en el mapa: el buñuelo de alcachofa y boquerón, el pulpo al horno con tabulé de verduras y la latita de bacalao cambiaron mi opinión sobre las tapas de autor. También ofrecen montaditos únicos que van bastante más allá del pepito de ternera con tomate. Las ensaladas son igualmente originales, combinaciones muy acertadas de ingredientes y proporciones, aunque alguna vez me ha dado la impresión que la materia prima flaqueaba un poco. Otra propuesta de mejora por mi parte: se podría revisar la carta para ampliar la oferta de platos vegetarianos. Me queda por probar los arroces y los postres. Aprovecharé alguna quedada con amigos para saber si, por fin, puedo comer un arroz decente en Alicante. A diferencia de la gran mayoría de bares de tapas de la ciudad, Víctor sí merece la pena, aunque no te vayan mucho la raciones justicias siempre y cuando no te importe pagar unos 15 euros por cabeza.