Un sitio realmente genial. Destacan claramente las tapas de picadillo a la habanera, ropa vieja a la cubana o el lechón. Las croquetas caseras son algo espectacular. Después puedes acabar con un auténtico mojito cubano. Los sabores y el entorno merecen la pena. Además nos invitaron a chupito de mojito con tan sólo dos rondas.