Si hay un sitio donde tener unas estupendas vistas de Almuñécar y el Mediterráneo, es aquí. Son tres peñones que se adentran en el mar, al los que solo se puede acceder al primero y más grande. Los otros dos están ya metidos en el agua y son pequeños. Abajo, en el paseo marítimo, nos encontramos una estatua que homenajea a Abderramán, historia de la ciudad, de Andalucía y de España. Luego, si subimos por las escaleras podemos llegar a un mirador coronado por una cruz enorme pero bastante cutre, de plástico, muy fea. Sin embargo, desde aquí podemos observar la playa de San Cristóbal, el Mediterráneo y la Caletilla. Los chavales suben aquí a encadenar su amor eterno y efímero.