La Casita del Labrador, en el extremo este de los Jardines del Príncipe, tiene planta cuadrangular con dos alas laterales, que conforma un agradable patiecillo. Se trata de un edificio neoclásico de decoración suntuosa, a veces recargada, con pinturas de Maella y Bayeu. Tiene el inconveniente de que tienes que pedir cita; a nosotros nos facilitaron el tfno en la el museo de las faluas. La visita es breve ero merece la pena.