No podía haber mejor sitio que la castiza plaza mayor para poner una tienda de delicatessen francesa, así super a cuento viene, para que los guiris no se lien… Pese a que su ubicación me enfada un poco, he de reconocer que la tienda es muy diferente, desde la calle parece que reluce, toda amarilla y llena de cajas de galletas con dibujos antiguos, de esos de niños con mejillas sonrojadas jugando a la taba, que en Francia se llamará de otra forma, le tabe, supongo. Pues la gracia es que cuando quitas la tapa e interrumpes a esos garçons(que no el juez) jugando a le tabe te encuentras con unas galletitas de esas de mantequilla buenísimas. También tienen toffees, bombones y hasta unas aceitunas de chocolate, que no he probado, por que como os podréis imaginar esta tienda es de las que si compras algo no es para probar, por que por esos precios no arriesgas. El regalo ideal para una madre, caja bonita con bombones dentro!