De una belleza excepcional, no sabría decir si esta playa es tal o más bien cala. Tiene un parking en lo alto donde dejar el coche. Allí también aparcan un par de furgonetas de helados y granizados que sientan de maravilla cuando el sol aprieta. Bajando una empinada rampa accedes a donde está la posta sanitaria, las duchas y unos banquitos donde puedes sentarte a admirar la belleza del lugar. Es una gozada ver batir las olas contra las rocas. Como buena playa del norte, hay que estar muy atento a las mareas. De hecho, esta zona para bañarse es muy, muy, pero que muy peligrosa: grandes olas y fuertes corrientes. Hay en todo momento tres socorristas al pie del cañón, y eso que la playa apenas tiene 25 metros. Si te asusta un poco, tienes un largo paseo rompepiernas que va desde la Playa de Arteixo(más resguardada por los diques del segundo puerto de A Coruña) hasta la Playa de Barrañán.