Casa Moises

En una inolvidable visita a Asturias fui a parar a Casa Moisés. Fue en un viaje familiar, pero era mi primera vez en Asturias, así que dependía en absoluto del juicio de mi prima, la que vive en Avilés.
Me presentó Casa Moisés como una sidrería elegante (bueno, más bien pija) donde se reúné la «corte asturiana», esa que no escatima en gastar un poquito más. Los asturianos tienen claro qué es bueno y qué es malo en su tierra, pero a los madrileños nos tienen que advertir, porque si no acabamos en un lugar cualquiera.
La carta de Casa Moisés es para enmarcarla. Todo parecía, olía y sobre todo sabía delicioso. Mariscos, arroces, entrecot, patatas con salsa de queso azul, bacalao… todo eso acompañado de muchos culines de sidra, escanciados por cualquiera de los maestros de la casa. Seguido de unos postres que están a la altura de los platos. En Casa Moisés probé la tarta de queso más alucinante que haya comido nunca y de seguido un orujo de hierbas. Mientras me tomaba el chupito un paisano vino a decirme que no me iría de Asturias sin probar su orujo casero. Eso es Asturias y eso es Casa Moisés. Gastas una media de 20 ó 30 euros por comer como un rey, en un sitio de lujo y rodeado de familias que salen de casa para mudarse a Casa Moisés.

cocina asturiana medio aunque el menú no es muy bueno para el precio.