Basanta

Viste el término negocio de barrio? Este es uno de lo más fieles ejemplares. Ubicado en una calle que muchas veces cuesta encontrar, ya que tiene forma de «L» y tiene sólo dos cuadras. Tiene dos servicios en la misma ubicación. Regentado por dos hermanas, cuenta con una peluquería y un servicio de arreglo de ropa. Yo he enviado a remendar algunas prendas y se han destacado por su rapidez y gran labor. Un dato para tener cerca.

Servidora es una chica de hoy en día y, como buena chica de hoy en día, no tiene ni papa de coser nada. Un botón vale. Pero nada más. Las cosas como son.
¿Conclusión? Si hay que coser algo se va a la modista. ¿Pero a qué modista? Paseando con mi pantalón por calles de mi barrio, el Gótico, y con ganas de estrenarlo pregunté a la quiosquera de la calle Avinyó dónde había una modistería. «Pues, mira», me dijo. «No es una modistería pero aquí enfrente, en la peluquería de la plaça Milans, también hacen arreglos de ropa». ¡Mi salvación! Me atendieron dos gemelas -¡muy gemelas! –muy simpáticas. Una es la peluquera y la otra… La otra es la que me arregló mi bonito pantalón en un plis plas. ¡Esto sí que es comercio de barrio! ¡Dos en uno!
En cuanto a la peluquería no puedo opinar porque no he ido… Digamos que tienen un target un poco más madurito que yo. Pero en cuanto a modistería… ¡Se ha convertido en mi modistería oficial! Y además… Siempre que voy me echo unas risas porque ellas… Las gemelas… ¡Son brutales!