Biblioteca Pública Arús

Cuando se supo del pasado masónico de esta biblioteca después de la Guerra Civil se dictó una orden de incautación para que fuera trasladada a Salamanca, pero se salvó y por suerte, hoy día, los barceloneses y cualquier visitante que se acerque, podemos acceder a este maravilloso escenario, que alberga una inmensa producción bibliográfica del siglo XIX y principios del XX, donde destaca el extenso fondo sobre el movimiento obrero.
Los enigmas que despierta esta institución no religiosa, filantrópica, simbólica, filosófica y antiguamente secreta, pueden ser desvelados si uno decide dedicar el resto de sus días a indagar en la bibliografía que aquí se encuentra, gracias a la donación de Rossend Arús, el principal impulsor de la masonería moderna en Catalunya a mediados del siglo XIX.
Y pensar que en los lugares más insospechados de la Barcelona actual encuentras masones…

Si es usted aficionado a las webs de cosas raras, es devoto por igual de Iker Jiménez y de Dan Brown, ha hecho de Zeitgeist su película de cabecera, y es más bien dado a la conspiranoia, quizá le hará gracia saber que en pleno paseo San Juan, a pocos metros de Gigamesh, hay una biblioteca masónica. Uh, madre, qué misterio más grande.
Pero está bien que pongamos las cosas en su lugar, por si verdaderamente quiere usted entrar dentro. Fundada por Rossend Arús, impulsor de la masonería en Cataluña, conserva un importante fondo sobre movimiento obrero y anarquismo y tiene una buena agenda de actividades alrededor de los mismos temas. Por sus convicciones sociales y políticas, el legado de Arús pasó al pueblo de Barcelona, como anuncia la lápida que hay en la entrada, razón por la cual hoy es una biblioteca pública. Con una sala de estudio pequeñita, con pupitres de madera y bajo la atenta y severa mirada de prohombres decimonónicos retratados en un zócalo superior, estudiar aquí es un privilegio al alcance de cualquiera con interés, venga de donde venga. Gracias a personas como Arús, convencidas de que el conocimiento está en la base de la justicia social.
Luego, aparte, a lo mejor le da a usted por preguntar allí sobre masonería y entiende que no era cosa de cuatro aprendices de brujo.

Una de las mejores máquinas del tiempo que tenemos en Barcelona y que no es un bar es la Biblioteca Pública Arús. No, no pongas mala cara. Esta biblioteca se conserva exactamente como era en su fundación a finales del XIX, con un estilo modernista muy conmovedor. Si buscas un sitio curioso en el que estudiar con poco tránsito de gente, este sitio es perfecto. Si además estás interesado en la historia, su fondo está centrado en los movimientos sociales de principios del siglo XX. No es una biblioteca que pertenezca a la diputación de Barcelona, pero es pública por lo que cualquiera puede acceder ya sea por curiosidad, por vocación o por trabajo. Es un edificio muy bonito, de los muchos que quedan por el Eixample pero de los pocos o poquísimos a los que acceder sin abonar una entrada.