Comisaría Mossos en Ciutat Vella

Sé que acabaré mis días en una comisaría o quizás muerto en la bañera, todavía está por ver. No sé si por eso o por mi natural tendencia a desconfiar de de los uniformes no soy muy dado a valorar como se merecen a las fuerzas del orden. Para mí, las comisarías son como los hospitales, cuanto menos te acerques mejor.
Hace unos días un desgraciado incidente mi hizo replantearme mi relación con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado (Zapatero dixit). Tuve un pequeño altercado en el que no entraremos en detalles y me planté en comisaría a poner la denuncia. Lo mossos, esa bandera insignia del orden catalán, me atendieron rápido y muy amablemente. Me pusieron todo tipo de facilidades y el mosso en cuestión fue de lo más agradable. Tanto que casi me lo llevo de cañas. Pero claro estaba de servicio.

Normalmente no hablaría sobre una estación de policía. Ya que suelen ser todas iguales, como los McDonald’s. Pero ésta en particular tiene una gran relevancia. Sobre todo en una ciudad como la nuestra en que durante los primeros 6 meses del año pasado el consulado Norteamericano tuvo que reemplazar 786 pasaportes a causa de los robos.
A esta comisaría es donde deben ir las víctimas para realizar la denuncia correspondiente. Se encargan de todo el área del centro, así que suele estar bastante llena.
Las veces que me ha tocado ir para allá me he percatado de que la mayoría de los oficiales que atienden al público no hablan inglés, lo cual es un gran problema si tenemos en cuenta de que el mayor porcentaje de hurtos se producen contra los turistas. Pero no todo está perdido ya que hay un traductor designado todos los días desde las 12:00hs hasta las 24:00hs. Si te roban fuera de este horario, mejor que vayas con diccionario en mano.