Edubran

Si vas te vas a encontrar con Carmen, Marta o Paula, cualquiera de ellas te atenderá con una sonrisa y te dejará más guapa de lo que eres. Seguro, hacen magia con el secador de pelos, la planchita y las tinturas. Mi tía Mónica bajaba cada sábado a renovarse un poco y quedaba super guay. Así fue como yo una vez bajé solo a cortarme un poco mi flequillo rebelde que a veces no me deja casi ver. Yo siempre le preguntaba, ¿a esta hora te vas? Parece que no cierran los sábados al mediodía. Asi que si no te queda otra porque andas super liada con tus cosas o tu trabajo, puedes cambiar almuerzo por peluquería. La belleza cuesta un poco. ¡Risas cómplices! Igual, puedes almorzar relajada hecha una lady más tarde, siempre que sea sábado y no tengas que volver a currar. Voilà!