El Petit Princep

Servicio lento, calidad no tan bueno como altos son los precios.
Pequeño y abarrotado por mamás que han hecho del petit príncep su nicho sempiterno…

Pues iba con una idea sobre este lugar y salí con otra.
Esperaba encontrar el típico lugar de brunch que últimamente están abriendo por toda la ciudad, más aún por los comentarios que había leído, por la carta que tienen (sandwiches, huevos, tostadas, croissants) y por el buen café que nos motivaba probar.
Encontré un lugar pequeñito pero con mucha afluencia de personas, un café bueno, pero sin ser extraordinario y una comida aceptable. Pedí una omelette con tomate y aguacate, pero el aguacate no apareció. A pesar de que es un lugar caracterizado (el Principito, como su nombre lo dice), no tiene mucha personalidad.
El servicio muy amable pero un poco olvidadizo.
Eso sí, los precios excelentes. Café de alta gama + omelette + pan, aprox 6 euros.

Nos levantamos con ganas de un buen desayuno de domingo y nos acordamos de que hemos leído muy buenos comentarios sobre este pequeño café. Se trata de un lugar pequeño y acogedor, con aire francés y ambientado en la fantástica novela de Saint-​Exupéry.
El motivo principal de nuestra visita es el café, y es que la materia prima está subministrada por Nomad, lo cual es garantía de calidad. Descubrimos un buen café que nos llama la atención por un sabor fuerte y amargo.
La carta de desayuno está compuesta por pastas típicas, sandwiches, omelets variadas y tostadas con mantequilla y mermelada. Yo he probado una omelet con queso y vegetales y la verdad, bastante mediocre.
El trato es amable y cuidadoso, pero un poco despistado ya que un par de cosas las hemos tenido que pedir dos veces.
Finalmente la factura ha sido mas que correcta, lo que permite pasar por alto los fallos y resaltar los puntos fuertes. Se trata de un lugar acogedor que destaca por el café y el trato amable.

Confieso que los domingos por la mañana me gusta ir a desayunar fuera de casa, es como un ritual. Eso significa que me gusta desayunar algo diferente y más bueno a lo que suelo comer en casa, sino maldita la gracia!!!
En El Petit Príncep me ocurrió que lo que comimos no fue demasiado diferente a lo que podríamos haber hecho en casa, y eso me decepcionó un poco.
Ofrecen desayunos tanto salados como dulces y las bebidas acompañantes habituales de buena mañana. También tienen pan y pastas para llevar, a modo de panadería. Nosotros pedimos lo típico de un desayuno: tostadas con mantequilla y mermelada, huevos al estilo vegetal, un pain au chocolat, cafés y zumos.
Las tostadas fueron totalmente normales. No destacó ni el pan, ni la mantequilla ni la mermelada. Lo mismo pasó con los huevos con verduras, que no dejaban de ser una tortilla con verduras hecha al estilo más tradicional. No puedo decir que no vaya a volver ya que todo lo que comimos estaba bien hecho y no siempre uno busca comer de forma exquisita cuando va a comer. En cuanto a los cafés estaban bastante más buenos que los que ofrecen en el 90% de los restaurantes de Barcelona, así que eso ya es un aspecto positivo que demuestra que en El Petit Príncep cuidan lo que hacen.
Lo más positivo (y por eso seguramente volveré) fue la relación calidad-​precio. Todo lo que comimos nos salió a 6 € por persona y eso no se suele encontrar en todas las cafeterías de desayunos y brunch que más valoradas están en la ciudad.

El petit Princep me ha decepcionado. No por eso no volvería. Tiene puntos positivos. Aun defraudando mis expectativas, más basadas en la oferta de cafés de la zona que en lo que ofrece Petit Princep, tiene puntos positivos:
Fuimos a desayunar y pedimos prácticamente lo más representativo de cualquier desayuno. Tostadas bien preparadas, dispuestas en barritas, original y faciles de comer, con una mantequilla y una mermelada aparentemente casera. Pa au chocolat correcto, recien horneado pero no del todo bien conseguido. Tortilla decepcionante, aquí pinchó.
En cuanto al café, se jactan de tener café del Nomad, tan de moda ultimamente. Sin embargo, el capuccino no cumplió con las expectativas, muy flojo. A tan poco me supo que pedí un Espresso Machiatto que realmente mejoró al capuccino.
Del local, no mucho que decir. Agradable. Ambientación Basada timidamente en la obra literaria que le da nombre.
En definitiva, un lugar correcto. Servicio amable pero nada por lo que volver. EL precio muy justo eso si. 6 euros por persona es más que correcto. Podría por esto darle 4 estrellas, lo mismo pensarían el resto de clientes que abarrotaban el local, pero creo que definitivamente, le falta algo de encanto, algo que sorprenda, pero no… queda como un lugar de desayunos humilde, correcto.

Es un sitio pequeño pero con un servicio y unos productos excepcionales, un «must» si vienes a #Barcelona de viaje, no te pierdas el croissant relleno de jamón dulce y queso.