El Séquito

Puede que haya más bares al lado de El Séquito, pero creo que nunca me he fijado. Porque cuando pasas de noche por ese tramo de la calle Joncar, su cartel coloristasu la butaca en forma de mano invitándote a entrar, son lo único que consigue llamar toda tu atención.
El Séquito es un bar con un cierto aroma caribeño, aunque no sé muy bien de dónde procede esa impresión. Quizá es por la música que tenían puesta alguna de las veces que he estado; pero lo más probable es que se deba a los cócteles: mojitos, caipiriñas, daiquiris, piñas coladas, etc; todo muy tropical. Sin embargo, para mi gusto todo lo demás se desvanece cuando de por medio hay gintonics hechos con buena intención. Los preparan con pepino o con limón, según el gusto del consumidor, pero también proponen otras variantes más exóticas, como el gintonic a la canela o a la fresa. Este último a mi me sonaba a sacrilegio; pero hay que darle una oportunidad.