Nuevos Conocimientos

He tenido que respirar hondo y calmarme unos días antes de escribir esto, porque sino os aseguro que habría soltado sapos por la boca, y burradas.
Buscaba un curso intensivo y baratillo de gestión cultural, y encontré, a través de una web de búsqueda de cursos, este centro. Llamé varias veces por teléfono, y como no contestaban, me decidí a ir un día a la escuela a informarme del curso. Cuando llegué allí ya el sitio me pareció un horror, un pisucho viejo, destartalado, pero había un chico que me atendió y me enseñó los dossieres hasta que la jefa vino a explicarme
convenció:el curso pintaba bien, la profesora parecía estupenda (y lo es) y pese a mi reticencia al local, me decidí.Esto fue un viernes, y el lunes llamé para ir a hacer la matrícula (porque hay que pedir cita) y me dijeron que ya no había plazas para ese curso. Yo no podía creérmelo, puesto que el viernes me dijeron que ningun problema. Nadie sabía nada, la jefa no estaba, así que tuve que llamar a la profesora a su casa (sí, si,) para que me autorizase a matricularme. Hablé con ella y me dijo que no estaba lleno seguro (sin saberlo al 100% tampoco).Fue entonces cuando cometí el error de mi vida, y pagué la primera
secretaría me tuvo esperando para hacer el trámite 1 hora y media (de reloj) sentada en una silla en el pasillo, y cuando por fin me lo hizo, me pareció que andaba muy perdida. Hasta tuve que pedirle yo que me hiciese una fotocopia, porque ella se puso a atender a otra gente y me dejó allí plantada sin haberme dado ni un papel que dijese que yo acababa de entregarles 200 preciosos euros.
El curso comenzaba en dos
tenían que llamar para confirmarme la fecha exacta.3 días antes de la supuesta fecha no me habían llamado. Llamé, llamé y llamé hasta la saciedad. Nadie me cogía el teléfono, o para más datos, ninguno de los 5 teléfonos distintos que conseguí encontrar. Envié emails, dejé mensajes en el contestador… nada. El día antes de la fecha, desesperada, llamé a la casa de la profesora, puesto que tenía su número guardado de cuando tuve que hablar con ella. Contestó a mi llamada, y le pedí disculpas por haberla localizado en casa, pero fue muy amable. Y amablemente también, me comunicó que no tenía ni la más remota idea de lo que le hablaba, que no sabía que empezaba ningún curso al día siguiente, que en la escuela no le habían informado de nada, que pensaba que cuando hablamos me refería al curso que empezaba en Septiembre.¡Así que ni la profesora sabía que empezábamos al día siguiente!
Esa misma tarde, después de una llamada de la sorprendida profesora (que debía tener un número mágico para contactar con ellos) me llamaron de la escuela para confirmarme que sí, que el curso empezaba al día siguiente, así que allá me fui, desilusionada y poco convencida de la historia. Cuando llegué, sólo había otro estudiante conmigo (qué raro, no? si el curso estaba lleno!) y en teoría faltaba otro chico, que curiosamente se llamaba igual que mi compañero, que poseía un nombre tan inusual que, sinceramente, dudo que haya dos. Por tanto, digamos que había un tercer alumno ficticio que en realidad era mi compañero duplicado!
La primera clase fue bien, la profesora es una maravilla, de eso no hay duda. Pero resulta que el curso que me vendieron como intensivo no era intensivo, sino que eran más meses y más horas, y que en vez de pagar 600 € iban a ser casi 1000 €.Así que decidí que no iba a hacerlo, porque era todo un descontrol, muy desorganizado, y no me apetecía pagar casi el doble de lo que me habían dicho. Así que les pedí que me devolviesen mi dinero, y me dijeron que sí, que en dos semanas era día de resolución de incidencias y que llamase para reclamarlo. Yo esperé, y el día indicado llamé.Ningún problema, me lo devolverían en 4 o 5 días.Esperé más de una semana, y el dinero no llegó.Ahí empezó mi marathón de llamadas. El teléfono me lo sé de memoria, porque nadie contesta, así que yo, día tras días, llamé, y llamé, y llamé, y seguí llamando, y mandando emails. Por fin conseguí contactar con ellos, les comenté todo y me dijeron que me llegaría. Seguí esperando, y llamando (cuando me contestaban al teléfono, porque es frustrante pensar la cantidad de veces que he escuchado ese contestador automático, que está siempre lleno) para comentarles que no me llegaba el ingreso. Después de darme muchas «largas», me puse muy seria, y les amenacé con emprender acciones legales. Hablé durante más de una hora con la secretaria, y en un momento dado ella… ME COLGÓ, a drede, sí, porque volví a llamar y me dijo que me había colgad porque no podía estar una hora hablando
sangre me hervía, pero pacíficamente intenté solucionarlo todo. Seguí llamando día tras día, hasta que conseguí que la jefa bajase el banco en persona a ingresarme mis 200 € en la
ha costado un mes y medio, y amenazarles con llamar a un abogado, pero por fin lo tengo.
Ahora que sabéis mi experiencia, decidid si queréis darles dinero a esta gente tan poco seria.