En este amplio local de la avenida de Sarrià, antes habia una hamburgueseria. Y antes una cocteleria. Y antes un italiano. Y antes un bar de tapas. Y antes un asiático…y así hasta el infinito y más atrás. De estas verdades irrefutables podemos sacar dos conclusiones: siempre ha sido un negocio dedicado a dar de comer al hambriento y beber al sediento… y tiene gafe. Ah…lamento decirlo de esta manera, pero no hay otra: cosa que se monta en este local, cosa que dura tres meses tirando largo. No es que esté mal situado. En absoluto. Zona de oficinas, céntrico… Pero por lo que sea, no acaba de cuajar nada de lo que ahí se instala. Por eso, cuando abrió y vi que se llamaba«huevos y vino» pensé que«olé» lo uno(desafiar al mal fario) y «mira que bien» lo otro. Y fui para comprobar de qué iba el invento. De huevos, con perdón, bien. Las tortillas buenas y jugositas. La de berenjena es un agradable descubrimiento. Raciones correctas que, a medida que han ido pasando los dias, han ampliado a proporciones acorde con los tragones de la zona. O sea, que son generosas. De vinos, regular. Lo he dicho mil veces: en esta tierra no tenemos costumbre de bares monotemáticos y no sabemos gestionar el tema… Tienen vinos que no estan mal, y lo de servir por copas es una buena forma de degustarlo. Pero, según mi modesto entender, deberian tener más variedad y alguna que otra«joya» para quien quiera dejarse unos eurillos invirtiendo en el paladar. El menú de mediodia es, como dice un amigo sevillano: muy bueno y muy abundante. El servicio es atento, correcto y entiende lo justo de vinos como para recomendar si tienes dudas. Pero la única que tengo yo, es la única que no me pueden despejar: ¿cuanto durará?. Y estoy en un sin vivir porque han pasado ya los tres meses desde la inauguración y ahí siguen…
Francisco R.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Hacía tanto calor –era el día de la inauguración– que le tuve que dar las gracias a mi amiga por regarme un poquito con una copa de vino. Es verdad, me tiró una copichuela y ni me inmuté ¡fue como la brisa! La comida está bien, buenas tortillas sin florituras, de patata, de calabacín, con y sin cebolla y creo recordar que también pedimos una con butifarra –pero esto lo mismo me lo estoy inventando-. El precio por la degustación –incluída una ensalada de queso de cabra y el vino– fueron unos 13 euros por barba así que este es el principal punto que tienen a su favor. Negro, con la posibilidad de tomar el vino por copas –que según tengo entendido y comprobado aquí en Barcelona es algo más que difícil– y con un servicio amable que por ser el día de la inauguración estaba quizá un pelín más amable de lo necesario.
Óscar H.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Habíamos quedado para comer con una amiga, y al final, a última hora decidimos probar este nuevo local que acababa de abrir sus puertas en la avenida de Sarría. Se trata de un restaurante en el, que como su nombre indica, casi todo gira entorno al vino y al huevo, en este caso tortillas. Como la especialidad de la casa es la tortilla, decidimos pedir diferentes pinchos y probar: la clásica, de calabacín, y de berenjena, y una ensalada para compartir. La tortilla de berenjena, para mí y creo que para el resto, fue la mejor. Lo único que no me gustó del restaurante fue que la temperatura era un poco elevada, y aunque la sobremesa fue francamente agradable con el cafetín y la tertulia(el café es bueno), se notaba que hacía un poquito de calor.