Polaroid

Polaroid es un bar oscuro decorado con todo lo ochontoso-​noventoso que se consiguieron en el closet. La idea puede ser divertida, pero la implementación y el diseño es realmente trashy. Igual entiendo a quien pueda gustar. Como bar está bastante estandar, es de tamaño mediano y da chance de sentarse y compartir. La música es una onda también ochentera-​noventera variada, pero está a buen volumen para poder conversar.
Me hablaron muy bien del mojito de fresa, pero el que probé no le sentí nada especial.

How did they take a cheesy small-​town American college bar and transplant it to Barcelona? I have no idea how they did it, and really why they did it. The 80’s kitsch that adorns every square inch of this place isn’t very interesting, especially if you grew up with it. I think the «interior decorator» of this place just went on eBay and bought as much 80s Americana as possible, that or they hit up a couple flea markets in the states and went to town.
The night we went this place was filled with college kids (maybe younger) so there was a lot of energy and folks drinking cheap beer.
I was hoping for something interesting, but really it just felt cheaply done.

Un décor des années 80, costumes improbables des premiers super héros de ma jeunesse, un mur recouvert de cassettes VHS oubliées des générations actuelles, des vieux Polaroïd et des photos de fêtards, un Tetris sur un autre mur et puis ces dessins animés d’époque dont la couleur est surannée…
Bref un véritable voyage dans le temps!
En plus, les prix sont raisonnables et les cocktails bons! Un must!

Había estado una vez hace un tiempo y no recordaba la forma de llegar… por eso al buscar un local para tomar una copa ayer por la noche y ver los comentarios sobre su decoración dije… este es… así que para allí que nos fuimos!
Fue difícil hacer cheking porque dentro la cobertura no es del todo buena en mi caso y, al llegar hacia la 1 de la noche, estaba bastante lleno con lo que no se escuchaba la música. Tuvimos suerte que cuando íbamos a desistir quedó libre una mesa de tres y allí que nos apalancamos.
Tengo que decir que el mojito… no era un mojito… o al menos no sabía como tal. Yo me pedí un daikiri de fresa y bueno la verdad es que como a mi me gustan las cosas suaves ya me vino bien pero mi amiga y yo coincidimos que hay sitios donde tomar cócteles mejores… eso si, a mi me gusta su decoración y considero que vale más la pena ir en otro horario donde puedas disfrutar de una conversación, la música etc.

buena vibra! buenos precios!!! la decoración es como un museo pop de los ochentas… hay que darse una vuelta por las estanterías y ver todos los juguetes y casetes que están expuestos, cuantos recuerdos de infancia!!! Rock en español casi siempre y pelis retro! es simple y agradable, sin pretensiones. Genial. voy casi cada semana!

Sobretodo, hay que decir que estoy bastante enamorada de la decoración de este sitio, así que… YA ME HAN GANADO.
Fin.
Añadamos sesiones de cine, buena cerveza y cocteles, y yo creo que tenemos un ganador. Me queda probar la comida, pero me aventuraré algún día1

Este sitio me sorprendió un montón!!! De afuera parecía un bareto normal y de repente entras y es enoooorrme y lleno de decoración!
La verdad que me lo pasé muy bien y recordado el día fue mi despedida! que penica!
La comida esta bueniiisima. unas pizzas tremendas y los dulces de postre estaban para chuparse los dedos. y como lo el cocktel también estaba muy rico!
Me encantaron los disfraces gafas y hinchables estilo rock jajajaja!
Espero volver algún dia!!!

Bar de copas ambientado en los 80… Cintas VHS, discos de vinilo y cassettes, Ghostbusters, Back To The Future… ¡Una pasada para un 30añero! Como suele pasar, la oferta cervecera, para olvidar…

Bar de copas a espaldas del Passeig de Colom, aproximadamente a medio camino entre Rambla de Catalunya y Via Laietana.
Dedicado y especialmente ambientado en la década más destacable del siglo XX (¡Con el permiso de las dos guerras que asolaron Europa y algún otro «evento» terrible, que no habría que olvidad!); os acogerá con un estupendo ¡Bienvenidos de vuelta a los 80! nada más entrar. La idea y el proyecto de sus creadores — tod@s ell@s de LATAM — es un alegre y desenfadado homenaje a lo inolvidable, para much@s de nosotr@s.
Hay todo tipo de bebercio, con especial atención a cócteles con nombres tan, tan geniales como pedirle un Sara Connor, un Miyagui San o un Delorean al camarero. Además, a juzgar por si precio — 6 € el cóctel — el nivel general es a precios más que razonables. ¡Los camareros son amables, silenciosos y rápidos! ;)) ¡Y el Dj — si es que es el de costumbre — un crack!
Cuando haya vuelto — que ya estamos maquinando planes — prometo actualizar la información sobre ambiente habitual, música, etc. Ya que creo que mi 1ª experiencia no es muy neutral: ¡El Back to the 80’s de ayer fue sencillamente fantástico! Pero creo que hace falta algo más de «práctica», para dar información realmente útil y desinteresada.
¡Así que, en pos del interés general, habrá que sacrificarse y «practicar» más en este estupendo bar del que — eso sí — ya soy muy, muy fan!

The name sounded really promising, but I was a little bit disappointed when I got there. The theme is definitely much more about the 80’s then about Polaroid, I actually didn’t see any Polaroids, or was it too dark to spot them? They do have some cool old synths, Pacman and the obvious Rubic toy. As for music, some popular Spanish songs were on and the bartender didn’t seem too happy when I showed him my Foursquare discount. Anyway, not a bad venue and it was pretty cheap, but I’ve seen nicer ones.

Gracias a Fran por descubrirme este local, la verdad es que es mi bar favorito, solo con haber estado una vez.
Welcome Back to the 80’s, y dado que me parece que no he evolucionado mucho desde esa década y tal como dice su eslogan:“the House of the 80s and the 90s too”…vamos, que me siento como en mi (ex)propia frikihabitacion.
Un local ambientado con posters de Rambo, Los Goonies, Indiana Jones… mesas de comics, algún vinilo colgado de la pared, un ET colgado del techo y mil guiños más a los 80s.
Lo mejor son los cockteles, que tienen nombres ochenteros, como el Rocky Balboa o Sarah Connor (Terminator)…
Si le tengo que poner un pero, es a la música…las dos veces que he ido, no me ha gustado nada, pero me dijeron que van variando… es curioso que esas dos veces hayan sido en martes (nota mental, no volver en martes).
Conclusión, el Polaroid es un sitio superespecial para mi :)

Me pregunto como una fanática de los 80’s no había ido nunca al Polaroid (gracias Francisco G por descubrírmelo). Tal y como me esperaba, toda la decoración esta basada en la década mágica, con vinilos, pósters, cintas VHS por las pareces… las mesas están forradas con tebeos (el de mi mesa iba sobre las aventuras de Spiderman). Tenían también vitrinas con mogollón de muñequitos y historias como Alf, Los Pitufos o Los Osos amorosos).
Ponen música y los miércoles la dedican a temazos de los ’80 en inglés (¡quiero ir!).
Para beber hacen buenos cócteles. Yo me pedí un Balboa que estaba riquísimo y el de mi acompañante no recuerdo cuál era pero estaba muy rico también, y bien de precio (6 euros cada uno).
El espacio es muy amplio y tiene varias zonas (sofas, sillas y mesas altas…) y lo veo perfecto para tomar algo por la tarde tranquilo o para ir de copas una noche antes de salir.
El chico del servicio también me pareció muy correcto.

This is a gem of a Barcelona bar on a dark, dank street. But they brighten it up with faithful crowds, happy music, and cheap beer. What else are you looking for? Here’s more of their info:

De momento, en mi primera visita, confirmo lo leído, sitio muy curioso sobre todo en la decoración, la bebida a un precio normal y gente hasta la bandera.
Repetiré.

Es un bar genial… lástima que se llene tanto, pero vale la pena ir y disfrutar de este local.

A quien conozca el Nevermind, el Polaroid le puede resultar relativamente parecido. ¿Por qué? Pues porque su filosofía es similar, esto es, alcohol barato, palomitas y buena música. De hecho la música del Polaroid es mejor, una suerte de temazos de los ochenta y noventa españoles, que van desde Danza Invisible hasta Héroes del Silencio pasando por Mocedades (que es un poco anterior pero también la ponen). Y eso por no hablar de su decoración, en la que uno puede encontrar referencias tanto a He-​Man como a Caballeros del zodiaco.
Ahora vamos con lo malo, sus camareros son unos rancios. No sé por qué, pero siempre que he ido (y son unas cuantas), he sentido que les faltaba escupirme en la copa.
Y eso y no otra cosa, es la razón por la que no le llego a dar cinco estrellas.

Barcelona es una ciudad siempre activa. Cada día abren y cierran muchos lugares. A veces, a la hora de salir, es difícil decidirse donde ir a tomar una cañita para empezar la noche. A veces pasa que te encuentras en alguna de estas callejuelas escondidas del barrio gótico y que de golpe descubras un nuevo bar y te enamores.
Y así fue como conocí al Polaroid. Un bar pequeño, pero muy original. Como dice el mismo nombre, adorna sus paredes todo tipo de fotos polaroid y toda una serie de parafernalias, desde casetes y vinilos a posters y juguetes, que te invitan a regresar a tu infancia y adolescencia, digamos todo lo mejor de los años 80!!! Pasan siempre buena música, rock y pop de los 80 y 90. Familiariza en seguida con el lugar, sintiéndote cómodo y a gusto. A esto, añádele los buenos precios… Si tienes suerte, porque hay lugar, lo mejor es sentarse en la zona de los sillones y empezar a pedir canitas a go-​go! Para compartir con buenos amigos!!!

Y quien no conoce el Polaroid? Si te gusta el rollo ochentero no puedes pasarlo por alto porque todo el bar está repleto de detalles. Incluso yo que he ido unas cuantas veces, cada nuevo día reviso todas las vitrinas y paredes a ver si descubro algo nuevo. Posters de Rocky, VHS de Arma Letal, K7 de Hombres G, vinilo de Cindy Lauper, unos playmobils… ya ves por donde va la línea. Evidentemente no puede faltar la bicicleta de Elliot de ET pasando por delante de la luna llena. Brutal. Y como, no, lo que le da nombre al sitio: una amplia colección de polaroids expuestas en una de las paredes del bar. Asi que ya sabes: cañitas fresquitas a 1 euro y guacamole casero sacado de un tupper a 2,50. Quien se puede resistir? Y tambien tienen máquina de palomitas! Un bar muy guapo que recomiendo a todo el mundo.

Una palabra me golpea el cerebro cada vez que entro en este bar: Delorean, la máquina del tiempo de Regreso al Futuro.
¿Os acordáis de la segunda parte, cuando Marty McFly viaja al año 2015 y se mete en la cantina de los años 80? Pues más o menos así es el Polaroid, sólo que más real. Sólo le faltan los camareros-​robot con las caras de Reagan y Khomeini. Tampoco tiene máquina de arcade, lo cual sí que es una pena. Pero todo lo demás que echamos de menos de los años 80 está ahí: los space invaders, las cintas de vhs, los vinilos de Enrique y Ana, y los comics de Transformers. Incluso Alf! Las botellas ordenadas sobre estanterías con forma de bloques de tetris parecen más apetecibles que nunca. Y por supuesto, la música que puede ser otra que temazos de los 80.
Lo siguiente quizá son paranoias mías: no sé si es que estar en un bar, rodeado de iconos retro-​ochenteros y escuchando algún tema buenrollero The Cure hace que la vida me parezca más fresquita e intoxicante; pero en el Polaroid tiran unas cañas impecables que me saben a perfección. Ah, y baratitas.

No es muy fácil de conseguir, porque está en una de esas callecitas escondidas del Barrio Gótico, pero una vez que lo consigues realmente vale la pena! Para una persona como yo, que creció en la década e los 80, entrar al lugar y ver por todos lados figuritas de Pac-​Man o los Ositos Cariñosos y carteles originales de películas como Volver al Futuro y Robocop y carátulas de discos de artistas de la época con sus pintas y peinados estrambóticos me trajo muy, muy buenos recuerdos. La música obviamente es retro ochentosa y por momentos desearía que el volumen fuera un poco más alto para apreciar mejor esas canciones que tanto tiempo tenía sin escuchar. En la carta de tragos hay nombres como Delorian, Rambo o Daniel Sam y rondan los 6 euros. También hay cañitas a un euro, cañas a 2 cervezas de botella a 2.50 y puedes pedir palomitas gratis para acompañar la bebida aunque recibirlas depende del humor del bartender. Suele ponerse a tope, así que más vale llegar temprano y disfrutar mientras puedas porque luego de las 10 de la noche se llena tanto que se puede convertir en toda una odisea ir a la barra a por un trago.

En este bar me vuelvo cleptómana, es como un bazar de coleccionista. Lo quiero todo!
Está 100 por 100 inspirado en los ochenta, aquellos maravillosos años en que nacieron los videojuegos. Puedes encontrar a los Power Rangers, Pin y Pon, Alf, My Little Pony (I love it)… el kitsch no ha muerto! Ideal para un maratón del Veo-​Veo.
Si llegas tempranito podrás acompañar tu caña o mojito de unas graciosas palomitas de maíz; la verdad, no lo veo yo muy erótico y adaptado a la noche barcelonesa… aunque sí se corresponde con el frikismo del local.
Un sitio curioso de ver, útil de conocer y fácil de volver.

El Polaroid es un bar de cabecera si sales por Barcelona, sí o sí debes pegarte una vuelta. Podrás escuchar lo mejor del rock en español de los ‘80 y los ‘90. Para amantes de Andrés Calamaro, Fito Paez, Café Tacuba o bien Los héroes del silencio con su «Chispa adecuada» o también algo de Illya Kuryaki & The Valderramas. Es imposible que vayas y no escuches y te veas moviendo tus caderas con «Abarajame» la bañera nena. Además sonará Soda Estéreo. En ese momento, recordarás mucho a Gustavo Cerati y su gran banda rock argentina. Estarás rodeado de una decoración kitsch pero divertida. Las paredes están llenas de vinilos. Verás incontables íconos de aquella época, pin y pon, rainbow brite, condorito, el chavo del 8, superman, he man, el coche fantástico, E. T, pac man y demases. Tendrás algo así como un flashback a tu infancia — adolescencia pero será un buen motivo para brindar y celebrar por el inexorable paso del tiempo. En la barra hay un venezolano serio que te tira las cañas, parece que le faltan un par de sonrisas, él dice que se las han robado pero yo no le creo nada. Si vos sonreís, el lo intenta. Así son las cosas por el Polaroid. Cañitas a 1 y 2 euros. Seguro que vas y haces buen negocio. Trata de ubicarte en el sillón rojo que hay en el fondo, es un buen lugar. Eso sí, cuando salgas del bar no hables fuerte. Los vecinos una vez nos tiraron agua y nos han mojado. Otra vez ví arrojar tomates. ¡Ups! Voilà!

Luego de 3 años de vivir en Barcelona hay cosas que empezaba a extrañar de mi natal Buenos Aires. Peor sobre todas las cosas era el poder sentarme en un lugar a tomar una cerveza y escuchar la música que me había visto crecer. Mi primer contacto con este bar fue a través de un flyer que me entregaron en la rambla. Nunca los miro, pero en esa oportunidad alcancé a ver el tipo de música que pasaban. No lo podía creer! Fabulosos Cadillacs; Soda Stereo, Juanes, Café Tacuba… la lista se extendía y mi corazón palpitaba cada vez más rápido.
Al llegar no salía de mi asombro, la decoración está ambientada en personajes populares latinoamericanos de la televisión, dibujitos animados y series como «Kit el auto increíble», que además proyectan cada noche.
Es verdad que al principio el público era casi exclusivamente latino, pero con el tiempo gente de todas partes comenzó a interesarse por este sitio que rebosa de energía y nostalgia.