Textil Café

bitte keinen kaffee dort bestellen. der ist einfach nicht gut! sonst war alles fein.

Es un lugar muy romántico, sobre todo de noche, cuya iluminación en el edificio del siglo XIII del cual forma parte destaca, hace destacar su arquitectura. De todas maneras el lugar ha estado remodelado varias veces, pero con gracia han conservado su esencia medieval. Este café está en el patio interior de una palacio medieval donde se encuentra el Museu Téxtil i d’Indumentaria, pero ahora ha cambiado de nombre: Café DHUB.
Es restaurante cafetería y hay un ambiente muy variado, ya que justo enfrente está el Museo Picaso. También se puede asistir a conciertos o sesiones de jazz o tomar una copa. El menú del mediodía es una buena opción: 10’50 € y por la noche y fines de semana sube a los 17’50 €. A no ser que te quieras gastar un poco más y probar el Menú Textil por 20 €. Una gran ventaja: la cocina no cierra y se puede comer a cualquier hora del día. Hay buenas ensaladas, mussakas, cuscús, guacamole y quiches. Al lado, hay una tienda con todo tipo de objetos originales y prendas de ropa de diseñadores catalanes. Eso sí, no aptos para economías en crisis, ni para mileuristas.

Rien de spécial à part la petite terrasse dans le patio très sympa. Pour un petit dèj simple ou une pause entre 2 musées.
Attention, nos voisines se sont fait voler leur sac à main (risqué existant dans tout Barcelone, en fait)

Historique et sympathique
N’hésitez pas à entrer dans cette petite cour, car le lieu est assez magique, avec ses grands murs de pierres éclairés par des bougies. Nous nous y sommes arrêtés un soir de février, alors qu’il né faisait pas très chaud et leurs lampes chauffantes ont été très efficaces.

Cosy
Endroit très agréable, même en hiver. Ambiance cosy. Une cour magnifique, où l’on se trouve hors de portée du bruit une fois passé le porche, dans un quartier aussi animé. Très bon accueil. Très bon rapport qualité /​prix.

Café cool
If you need to cool down from pounding the streets in the heat, or a rest after taking in the Picasso Museum opposite, you can’t go far wrong with the calming atmosphere of the Textil Café. Adjoining the Textil Museum (and a shop full of things you never knew you needed), in a series of ancient arches, the café is a sublime place for a glass of restorative cava and a bowl of juicy olives. Service is attentive but laid-​back and the range of tapas is small but good.