The Pharaoh

Walked by while browsing for somewhere to have dinner and an illuminated «Guinness» sign caught our eye. The Pharaoh is an Irish style pub, with Egyptian décor, serving awesome Italian food. The menu (in English, too!) was quite large so we had no problem picking a few items out to share. The Egyptian Pharoah salad and seafood risotto were particularly delicious. They also have a decent beer selection. It seemed you could purchase wine by the bottle only, not by the glass. The restaurant was very busy around 8:30/9 pm when we were seated (on the early side of dinner for Spain) but the service did not suffer. Definitely an eclectic spot worth checking out!

Experiencia más que prescindible. Situado en la Avinguda Gaudí desde fuera tiene buena pinta. Nos sentamos en la terraza a picar algo antes de ir al cine. pedimos algo de beber y una patatas bravas que eran congeladas. La salsa era de bote y nada del otro mundo.
El servicio fue amable pero la relación calidad precio cuestionable. Desconozco si en lugar de tapas eliges comer a la carta mejoraría, pero mi curiosidad de momento no llega hasta el punto de intntarlo.

La idea era hacer una pequeña parada antes del cine, así que nos decidimos por este local que tiene muy buena pinta, con una decoración chula y un buen trato por parte del camarero.
Que no cuadra? Pues que la decoración no tiene nada que ver con la carta para empezar ya que con ese nombre no esperas un restaurante con una carta de comida italiana principalmente y de tapeo español por decirlo de una manera. Eso te descolora pelin.
Lo siguiente que te viene a la mente es que con una decoración tan esmerada, la calidad de la comida tiene que ser medianamente buena si han cuidado tanto los detalles en el local. No puedo hablar de grandes platos de la carta porque no los he probado, tal vez lo haga para poder opinar mas a conciencia pero si lo puedo hacer de las patatas bravas que me comí y de la clara con limón.
En ninguno de los casos han sido para tirar cohetes ya que las bravas estaban un pelin frías y tenían pinta de ser congeladas, algo que no llegaré a entender nunca, no es tan complicado cortar unas patatas y dejarlas preparadas para darle el último toque cuando el cliente las pida, pero hay muy pocos sitios donde te den unas buenas bravas y que la salsa sea casera en vez de bote, creo que es una de las tapas que en general decepciona pero que aún así allí donde voy sigo pidiéndolas por si un día encuentro el santo grial.
La clara con limón tampoco puedo decir que haya sido la mejor que me tomado, supongo que dada la situación del restaurante esta mas pensado para turistas que van de paso que para un cliente fijo que dé prioridad a la calidad.
En definitiva, bajo mi punto de vista muy buena ambientación del local, atención correctisima y producto hasta donde he probado, mediocre. Aún así cómo paso a menudo por la zona, probaré otra plato de la carta para ver si realmente las críticas en cuanto a los platos italianos realmente merecen más calificación, pero entonces no seria mejor ser un poco mas consecuentes con la decoración del local?

Buena cerveza, buena hamburguesa y un trato agradable. Estas cosas hacen sea una buena opción mientras se da un paseo por una de las zonas mas visitadas de BCN.

Easy outdoor space near the Sagrada Familia. Tiniest bathroom ever but adorable. Was able to get the Barcelona WiFi signal while sitting outside so that was a bonus. the lunch prix fixe was a very good deal and a large portion of food that could probably be shared. good value.

Una amiga que vive por Sagrada Familia me citó en este local un jueves para cenar. Por uno instantes creí estar en Tierra Mítica: una taberna irlandesa, decorado al estilo colonial Egipto que sirve comida italiana. A mí con esa descripción ya me tiemblan las piernas. Pero el resultado es sorprendentemente bueno: la pizza que pedí resultó ser todo un éxito y es un local sencillo con muy buen trato. Y lo mejor es que nos amenizaron la cena con buena música en directo. ¡Quién lo iba a decir! Por cierto, también preparan menús para llevar, pero si hay actuación, es una pena perdérsela.

Mis compañeros de máster y yo necesitábamos reunirnos en un sitio tranquilo en el que poder conversar sin necesidad de alzar la voz. Para ello es fundamental encontrar un local en el que la música de fondo sea eso, de fondo. Subiendo por la Avenida Gaudí la cervecería irlandesa The Pharaoh nos pareció una buena opción. Y estábamos en lo cierto. Pudimos sentarnos en el típico «booth» de bar irlandés, que nos proporcionaba suficiente intimidad como para discutir nuestras teorías sin miedo a que los de la mesa de al lado acabaran opinando. Acompañaron la cerveza con una mini tapa de taquito de queso, anchoa y aceitunas; delicioso y más si no te lo esperas. Estuvimos la mayor parte del tiempo enfrascados en nuestros asuntos, hasta que salieron de la cocina las primeras cenas y el olor a pizza recién hecha desvió nuestras conversaciones. Comenzamos a fijarnos en nuestro alrededor y a hacernos preguntas clave como ¿por qué la decoración de un bar irlandés está basada en el antiguo Egipto? O ¿por qué un bar irlandés sirve exclusivamente comida italiana? La conclusión final estaba clara: The Paraoh apuesta por la mezcla de culturas. Excelente apuesta.