Wakasa

El mejor japo de la ciudad!!!

Cet été un nouveau restaurant japonais a ouvert près de chez moi. Quelque chose m’a dit qu’il fallait le tester, je né sais pas si c’est la façade, le décor, le nom qui me paraissaient «authentiques «ou encore mon 6e sens qui m’y ont poussée mais je peux déjà vous dire que je n’ai pas regretté ! Un soir à la fin du mois d’août je suis rentrée alors que le service n’avait pas encore commencé, et la serveuse m’a dit qu’il y avait de la place pour le vendredi soir suivant, été barcelonais oblige ! Le restaurant est petit, 6 ou 7 tables au maximum et il n’y a que deux services, autant dire qu’il faut réserver bien à l’avance !
Le décor est très sobre, comme on s’imagine une taverne japonaise, avec beaucoup de bois et de jolies décorations. Il y a une carte classique mais surtout un tableau avec un menu qui évolue au fil des saisons et des courses du cuisinier j’imagine. J’ai adoré la carte, avec les magnets sushis, les petits dessins explicatifs (kawaï !!) etc. La serveuse est très didactique, patiente, souriante et de bon conseil.
Venons-​en au fait: la nourriture est excellente ! C’est frais, raffiné, inventif, beau ! Je me rappelle que nous avons pris du tataki de bonito, il y avait aussi des brochettes de poulet, nous avons goûté la spécialité de sushis de la maison, d’autres plats dont je né me souviens plus bien et nous avons fini par un assortiment de dessert japonais avec glacé au thé vert, daifuku et dorayaki.
Excellente adresse, pour un dîner qui s’apparente à une expérience. Ce n’est pas donné mais cela vaut vraiment le coup ! Itadakimasu ! :)

He vivido antes en una ciudad con la más grande comunidad Japonesa afuera de Japón (São Paulo, Brasil) y por eso sé cuando encuentro un sushi de calidad. Taverna Wakasa tiene mucha calidad y variedad de sushis. Lo recomiendo!

El mejor no se puede decir, porque siempre se puede mejorar pero sí que es uno de los mejorcitos restaurantes japoneses de la ciudad Condal.
No es extremadamente bueno en sushi pero sí en otros muchos platos ricos de la gastronomía japonesa. La caballa a la kabayaki es extraordinaria con el exterior caramelizado y rematada con sésamo, puff!!! deliciosa.
Hay que tener en cuenta varias cosas antes de ir:
1– No abren al medio día
2– Hay que reservar con tiempo porque el espacio es muy pequeño
3– Hay dos turnos de servicio
4– Hay que llevar la cartera llena, muy llena.

Mi restaurante japonés favorito de Barcelona y, paradójicamente, al que casi nunca voy. Por un lado, está bastante a desmano del centro, en una zona a la que uno no va a salir e ir a comer al Wakasa implica pre-​producción: reserva obligatoria con antelación. Por otro, el precio es bastante caro: por menos de 40 € por persona dudo bastante que puedas comer.
Pero la comida y, concretamente el sushi, es excelente. Merece la pena probar todas las variedades que tienen y dejar otro tipo de platos japoneses para otros restaurantes donde no borden tanto esa piedra angular de la cocina nipona.
El lugar es muy pequeño, y más que un restaurante es una tasca japonesa: mesas y sillas de madera. Sólo abre para cenar entre semana (excepto el domingo) y tienen dos turnos, el primero a las 21h y el segundo a las 23h más o menos. Es IMPRESCINDIBLE reservar y enterarte bien de los horarios porque a veces abren a mediodía también y no sé a qué misteriosas razones responde. Aconsejo ir con toda la calma del mundo para seguir el tempo de sus dueños…

Descubrí esta tasca a través de una revista de actualidad cultural (y gastronómica) barcelonesa, y después de reservar con más de un mes de antelación (hay sólo cinco mesas de dos), fuimos a cenar y se me cayeron los sushis al suelo.
Sí que parece un bar normal desde fuera, pero dentro la pareja de japoneses que la llevan le dan una autenticidad tal que cuatro kimonos y unas linternas rojas no podrían igualar. Unas porciones más que generosas de pescado buenísimo, sobre todo el salmón y el atún, elaborados por el sushiman justo a tu lado, unos pinchos de vieira, unos fideos… Todo de gran calidad (muchos ingredientes los importan ellos mismos) y, eso sí, a gran lentitud: el hombre va a su ritmo, pero lo bueno se hace esperar, y al menos la mujer es simpática y te explica bien los platos.
Como curiosidad casi sin importancia, allí descubrí los edamame (vainas de soja hervidas con sal), que como entrantes están buenísimos. Ahora bien, llevad el billetero lleno: japonés bueno no puede ser barato. Arigato!