En este restaurante hemos celebrado muchos cumpleaños de todos los miembros de la familia. Nos encanta el pescado que traen, y cómo lo preparan. Es verdad que el precio se ha encarecido algo en los últimos años, pero sigue estando muy bueno, y muy bien de calidad. Solemos pedir de picoteo unos boquerones fritos, una ensalada de pimientos, y unos calamares, pero la última vez pedimos una paellita de marisco, y la verdad es que nos sorprendió a todos gratamente. Lo mejor: la dorada o la lubina a la sal, con patatas cocidas y una buena mayonesa. En cuanto a los caldos, tienen una bodega nueva climatizada muy completa.