Aragües

No me convence este lugar. Hemos ido a almorzar dos veces. Típico restaurante de barrio que sirve para almorzar y tomar unas cervezas. Tienen todos los ingredientes dispuestos en la barra al aire, simplemente te los calientan cuando los pides. La cocina no está mal, pero no se pasa. El servicio, depende mucho del día en el que les pilles, pero vamos, unos días son súper atentos y otros días pasan de ti olímpicamente.
El almuerzo típico es de 5 €, pero si se te ocurre pedir un carajillo y una pinta, la cosa se dispara a 8’5 € (aunque la pinta sea la única bebida que tomes). Por el mismo precio, tienes un menú de mediodía con dos platos, bebida, café y postre.
No ponen ensalada con el almuerzo, simplemente cacahuetes y olivas. Nada del otro mundo. A primera vista está bien, pero te vas con mal sabor de boca.

Local típico de barrio donde puedes almorzar por 5 €. Tienen diferentes combinaciones para almuerzo y tapas (cuidado con las guindillas… pican).
Está situado en una zona peatonal con un parquecito cercano frecuentado por miniyelpers en potencia. Por eso el local suele estar bastante concurrido y casi siempre hay gente.
Disponen de una amplia terraza para el disfrute de sus clientes y posibilidad de preparar cenas de grupo, cumpleaños, etc…
Los precios son normales y el trato suele estar bien.
Un local con bastantes años, pero que no ha perdido la esencia de bareteo mañanero y vespertino.

Es del tipo restaurante de barrio. Hace unos meses hicieron un mini-​reforma interior que le da un mejor aspecto. Tiene una buenísima terraza, grande, que da a una plaza, no a una calle, con un parque infantil municipal con columpios justo al lado. Muchos padres acaban tomando el «piscolabis» aquí justo por eso.
Sirven rápido, abren todos los días menos los Lunes hasta tarde ademas. Siempre esta lleno. Hacen desayunos, almuerzos matinales y menus de medio día entre semana y cenas.
Los menús de medio día están bien, con dos platos, y el desayuno/​almuerzos son con bocadillos grandes. Insisto, son grandes. No es una barra de cuarto entera, como en otros locales, pero el bocadillo tiene un buen tamaño y puede venir con una pinta de cerveza «grande» a buen precio y con los ingredientes que tu pidas. No me cambiaron el precio aunque cambie el numero de ingredientes del bocadillo.
El lugar sobre todo se caracteriza por tener un buen «tapeo» tradicional: bravas hermosas, calamares grandes y bien rebozados, «puntillas» riquísimas y mi preferido, si os gusta el ingrediente: «rabo». El «rabo» tostado a lo corteza de cerdo esta buenísimo aquí.
Otra cosa que también hacen de forma bastante generosa son las hamburguesas, por tamaño y composición. No vienen acompañadas de patatas por lo menos la ultima vez pero llenan bastante.
El servicio y la atención es agradable.
Si estas por la zona currando y necesitas comer o desayunar-​almorzar se puede venir perfectísimamente sin equivocarnos. Tomar algo por la noche en fallas también. Escaparse con un colega para desconectar del curro también valido.

Es un típico bar español, con terraza exterior al lado de un parque, ideal para tomar una cerveza en verano.
Hay variedad de marcas cerveza (en muchos bares solo tienen del grupo que controla varias marcas), así que es un punto a favor para quedarse ahí y tomarse unas cervezas.
La comida se puede optar por comer tapas españolas que se pueden encontrar en cualquier otro bar, o bien bocadillos o hamburguesas (bastante asequibles) que no estan nada mal.
Para los vegetarianos no hay mucha opción, pero hay escasa variedad de ensaladas o platos sin carne.